Luego de que un testigo encubierto diera a conocer los pormenores vinculados a las torturas, asesinatos y posteriores enterramientos de dos jóvenes, ocurridos en agosto del año pasado, el fiscal Gilberto Rodríguez pidió el procesamiento con prisión para tres delincuentes y una orden de extradición para una cuarta persona.
El caso removió todo estereotipo sobre los asesinos y sicarios uruguayos. El propio director nacional de Policía, Mario Layera, afirmó en rueda de prensa que le sorprendía la crueldad con la que se había manejado un grupo de sicarios organizados que no pasaban de los 25 años de edad.
Se trata de la banda del Casabó, quienes entre varios delitos cuentan con el secuestro y posterior asesinato de Jorge Cotelo (18) y Emiliano González (19), a los cuales llevaron, en primera instancia, hasta una casa en el barrio Cachimba del Piojo, cerca de La Teja, según informaron varias fuentes vinculadas al caso, y que confirmó ante la Justicia un testigo presencial de los hechos.
El 13 de agosto del año pasado, Cotelo y González fueron engañados por la banda del Casabó y llevados a una casa ubicada en la Cachimba del Piojo, sobre la calle Gregorio Camino. Al final de esta vía, frente a una cancha de fútbol 5, en una precaria vivienda de color celeste, aguardaban "el Manolo", "el Tulita", "el Oreja Donato", y un testigo encubierto de la policía, según surge del expediente judicial al que tuvo acceso El País.
Todos estos jóvenes, de entre 17 y 23 años, llevaron a cabo prácticas aberrantes sobre sus víctimas.
Según informó el testigo de los hechos, que se encuentra en prisión por otro delito y ahora se pide su procesamiento por la complicidad de este caso, los dos jóvenes a los que mantuvieron secuestrados durante algunas horas fueron sometidos a crueles torturas, y luego les dieron muerte.
El testigo aseguró ante la Justicia que recibió $ 40.000 para trasladar los cuerpos desde la Cachimba del Piojo hasta el barrio El Tobogán (atrás del estadio de Cerro), lo que hizo en un carro tirado por caballos.
Una vez en el barrio se dirigió a los fondos de una casa, que se encuentra lindera al arroyo Pantanoso y los enterró con ayuda de los sicarios, tal como informó El País el pasado 12 de mayo, una semana antes de que la Policía encontrara parte de los cuerpos.
Tres días después del enterramiento, "Manolo" llamó por teléfono al declarante y le solicitó ayuda para desenterrar los cuerpos, porque había familiares buscando a los jóvenes. Así, prendieron fuego los cadáveres con cubiertas de camión para que no quedaran restos óseos. Igualmente, la Policía concurrió al lugar el pasado 18 de mayo pudiendo encontrar algunos huesos humanos, que confirmaron las versiones del testigo.
Procesamientos.
El fiscal Gilberto Rodríguez solicitó a la jueza del caso, María Noel Odriozola, que se procese por estos hechos a tres delincuentes que ya se encuentran en prisión por otros delitos: "el Manolo", "el Tulita", y el testigo que confirmó los hechos.
Piden la extradición del "Oreja", preso en Brasil.
Javier Chagas León, apodado el "Oreja Donato", principal sospechoso del asesinato de la pareja paraguaya que fue acribillada a balazos el pasado 6 de febrero en Solymar, está preso en Uruguayana, Brasil, a unos 20 kilómetros de la frontera con Artigas, por tráfico y venta de estupefacientes. El joven delincuente con antecedentes penales, también está vinculado al doble crimen del pasado 31 de enero en Casabó, donde murió un bebé de 15 meses y su tío de 26 años luego de que dos sicarios arremetieran a tiros contra ellos. El "Oreja Donato" también está vinculado a las torturas, muertes y posteriores enterramientos de dos jóvenes en el barrio El Tobogán. Por este último hecho el fiscal Gilberto Rodríguez pidió la extradición del recluso que se encuentra en Brasil.