Dilma afirma que no renuncia y ofrece ministerio a Lula

Lejos de amainar, la tensión y la crisis van en aumento en Brasil, y con la reactivación del proceso de impeachment y las acusaciones contra Lula, el Gobierno y el PT parecen estar medio groguis.

En reacción a diferentes pedidos para que deje el cargo, la presidenta Dilma Rousseff afirmó este viernes que no renunciará y en ningún momento barajó esa posibilidad.

La mandataria afirmó en conferencia de prensa en el Palacio de Planalto que nadie tiene el derecho de pedir la renuncia de una presidenta que fue electa legítimamente, sin tener pruebas de que ha violado la Constitución.

Y redobló la apuesta, sugiriendo que los pedidos para que dimita constituyen un reconocimiento de que no hay base legal para el impeachment (destitución por parte del Congreso): "la renuncia es un acto voluntario. Aquellos que quieren la renuncia están, al proponerla, reconociendo que no existe una base real para pedir mi salida del cargo", dijo.

"Quienes pretenden mi renuncia deberían proceder de acuerdo a la Constitución" agregó la jefa de Estado.

La intención de Rousseff cuando concedió la conferencia d prensa era salir en defensa de Lula, fuertemente cuestionado por la justicia en estos días. Sin embargo, apenas iniciada la comparecencia, la Presidenta fue reiteradamente preguntada sobre la posibilidad de que renunciara. Negó que esté resignada a que su segundo mandata no llegue hasta 2018, y según ella, quienes la conocen saben que es imposible imaginar que renunciará, por su trayectoria personal y por "respeto al pueblo brasileño".

"¿A ustedes les parece que tengo cara de estar resignada?", preguntó a los periodistas acreditados. Y agregó: "fui presa y torturada por mis convicciones. No me resigno frente a nada, no tengo esa actitud frente a la vida y creo que es por eso que represento al pueblo brasileño".

¿Lula ministro?

El exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva comentó a sus allegados que ya rechazó en dos ocasiones la invitación de la presienta Rousseff para integrar el Gabinete. El segundo rechazo habría acontecido este mismo viernes 11. Rousseff le habría ofrecido que él elija que cartera quiera ocupar.

Lula afirmó, según informa Folha de Sao Paulo, que emisarios de la Presidenta insisten para que acepte la propuesta. Él solicitó plazo hasta el lunes 14, pero le confirmó a esos mensajeros que no pretende asumir un cargo ministerial.

Fuentes de las conversaciones resumieron el razonamiento de Lula diciendo que para él podría constituir un "abrazo de ahogados". En las conversaciones el expresidente habría sostenido que la crisis no será resuelta solamente con su llegada al Gabinete sin que se produzca una profunda mudanza en el equipo económico. Lula cree, según sus interlocutores, que su nominación no revertiría el proceso de impeachment, especialmente si el encuentro del principal sostén del Gobierno, el PMDB, apunta a la ruptura. Le manifestó a sus colaboradores su preocupación frente a la hipótesis de que el presidente del Senado, Renan Calheiros (PMDB - Alagoas) adhiera a la tesis de la destitución de la Presidenta. Y, según aseguran, vio indicios de ese riesgo en el encuentro que mantuvo con el legislador por ahora aliado.

Si bien Lula pidió tiempo para dar una respuesta a Dilma, considera que no sería bueno asumir un ministerio, ya que en caso de aceptar sufriría un desgaste, ya que podría ser interpretado como una tentativa de escapar a un pedido de prisión. Además de ello, él y sus aliados quedarían sin alternativas para las elecciones de 2018 en caso de que fuera más asociado al actual gobierno.

Pedido de prisión

Dilma Rousseff salió en defensa de Lula y afirmó que el pedido de prisión preventiva contra el expresidente no tiene base legal ni jurídica.

La mandataria manifestó que Lula merece respeto y defendió la obediencia al proceso legal. En una reunión con sus principales respaldos políticos, realizada en la noche del jueves, la Presidenta marcó la necesidad de que el Gobierno Federal saliera en defensa de su predecesor. El diagnóstico es que se torna necesario defender públicamente al líder petista ya que se ve afectado por un cerco político que puede llegar a extenderse al Palacio de Planalto (forma de referirse al Gobierno).

El Gobierno Federal recibió con preocupación el pedido de prisión preventiva contra Lula, y consideró que fue emitido como una reacción a la posibilidad de que asumiera un cargo en el Ejecutivo, lo que le daría fueros, y con ello evitaría ser blanco de una prisión dictada por jueces de primera instancia.
UyPress