Editores y periodistas españoles quieren ganar bien y "controlar el barullo" en internet
Editores y periodistas en España apuestan por reforzar el valor añadido de la información de calidad frente al «barullo» de la distribución que ha propiciado el acceso a Internet y por cuidar la figura del profesional bien formado. Así lo pusieron de manifiesto ayer los encargados de abrir la jornada 'Medios de comunicación y ciudadanía en la Sociedad de la Información', en la que más de una veinte ponentes abordaron los retos del futuro.
El presidente de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (Aede), Antonio Fernández Galiano, reconoció que la «profunda crisis» a la que se enfrentan los grupos de comunicación «responde a un cambio en el modelo de relación del ciudadano con la comunicación». «Los grupos podemos plantearnos cómo distribuir la información, los medios y los soportes», destacó Fernández Galiano al comienzo de la jornada, «pero no renunciamos a hacer periodismo de calidad». En su opinión, los valores deben ser «inalterables». ¿Los grupos lo pueden todo?
En esta línea, destacó la necesidad de revalorizar el contenido que ofrecen los medios de comunicación y la regulación de la propiedad intelectual, un «problema no menor», porque «el contenido tiene un indudable valor económico, no se puede traficar con él como si no costara nada, sobre todo cuando se ha elaborado bien». (¿cómo no se hace todo bien? El presidente de la Aede denunció que la inversión realizada favorece unos contenidos de calidad que «al final terminan en manos de cualquiera». Internet es eso, democratización de la información. Los grupos no dicen que se valen de los contenidos de internet para armar sus notas sesudas.
El presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, Fernando González Urbaneja, reivindicó la figura del profesional como eje necesario del negocio de la comunicación. «La lucha no es llegar antes sino llegar mejor», destacó Urbaneja parafraseando a una compañera periodista, porque la comunicación «es un negocio de personas, de personas bien formadas». El gran problema de los grupos es que por lo general están llegando tarde a sus lectores. El portavoz de los periodistas de Madrid subrayó que es necesario que periodistas y editores se «sienten juntos», como en la jornada convocada ayer, para «desgranar los problemas que agobian al sector». «Estamos en el mismo barco aunque a veces no lo parezca. No vamos a prosperar los unos de espaldas a los otros», añadió.
El síndrome griego
Urbaneja puso especial énfasis en tres aspectos. El primero, que «los ciudadanos son los clientes», algo sobre lo que los medios «andan despistados». «Si no ponemos al ciudadano en el centro nos dará la espalda», sentenció. Además, criticó que los medios de comunicación padecen el «síndrome griego», el de «no decir la verdad». Así se refería a los datos oficiales de difusión y distribución, que favorecen «ejercicios de jactancia estúpida y competencia desleal». «Ya está bien, el sector merece datos fiables; hay que evitar dosis de esteroides que enmascaran las cifras», aseguró. Pobres griegos, con los problemas que tienen y Alemania que no les quiere dar un peso.
Por último, el periodista lanzó varias críticas: al mercado dual, «de dos orillas muy distanciadas», que se está construyendo en España, y que calificó como «insoportable» y «nauseabundo»; a la «abusiva y desalentadora» inserción laboral de jóvenes y al abandono de los profesionales con experiencia. A los veteranos hay que respetarlos, claro está, pero dejen espacio a los que vienen que el mundo es de ellos.
Palabras que compartió Josep María Martí, decano del Colegio de Periodistas de Cataluña. Martí opinó que el problema actual al que se enfrentan los medios es «poner en valor el trabajo de las personas formadas para difundir información ante el espejismo de una red que señala que todo el mundo puede ser periodista». «Los profesionales y las empresas debemos dar el valor que tiene el periodismo de calidad y defender, frente al barullo de la distribución, la calidad de la información», añadió. En realidad, todos somos periodistas y no se entiende por qué insisten en mantener el monopolio del barullo.
El secretario general de Telefónica, Luis Abril, empresa patrocinadora de la jornada, aseguró que los medios viven una etapa «convulsa», en la que «todo es una incógnita». Sin embargo, coincidió en que el negocio de la comunicación «es un negocio de personas», y «todo lo que sustituya el talento supondrá perder periodismo de calidad». Abril subrayó que los editores no pueden renunciar al periodismo de calidad pero tampoco a la «independencia económica», ahora «más necesaria que nunca». Ahh, por fin llegamos al punto, el dinero, siempre el dinero.
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