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CAUSA ABIERTA

Los republicanos defienden a los bancos a capa y espada

Los republicanos defienden a los bancos a capa y espada

Dos de cada tres americanos apoya una reforma financiera que apriete las tuercas a los bancos —permitiendo al gobierno desmantelar entidades a un paso del abismo— y que ponga coto a la barra libre de los derivados financieros. El futuro parlamentario inmediato de la reforma era ayer incierto en el Senado, donde estaba en la mano de la oposición bloquear técnicamente el debate. El líder republicano, Richard Shelby, no renunciaba a hacer esta exhibición de poder, pero a la vez se apresuraba a anunciar que las negociaciones seguían abiertas y que se estaban acercando posiciones con los demócratas, para lo cual podrían elaborar incluso una reforma alternativa.
Y es que la reforma financiera no es como la de la Sanidad. En este terreno, la oposición a Obama pisa terreno resbaladizo. Si según encuestas recientes un 65% de la población tiene una visión negativa de los políticos, los que tienen una visión negativa de los banqueros ascienden al 69%.
Oráculo en duda
De la quema no se salva ni Warren Buffett, el «Oráculo de Omaha», quien acaba de protagonizar una extraña pirueta: si Buffett ha criticado siempre los derivados financieros, a los cuales ha llegado a calificar de «armas de destrucción masiva» de la economía, en los últimos tiempos él y su firma de inversión, Berkshire Hathaway, se han lanzado a hacer furioso lobby contra los intentos de la reforma Obama de cortar estos derivados por lo sano.
Buffett logró calzar una cuña en la reforma que garantizaba que las empresas que compraron derivados en el pasado no sean obligadas a hacer una reserva de capital colateral como el que sí que se exigirá a quien compre derivados en el futuro. El Oráculo de Omaba casi se sale con la suya, pero en las últimas horas los demócratas rechazaron sus enmiendas. La propuesta demócrata también contempla que los bancos que especulen con derivados financieros estén excluidos de determinadas protecciones federales, incluido el FDIC.
Redefinir rescate
Los republicanos en cambio plantean por ejemplo ocuparse de los gigantes hipotecarios semipúblicos, los grandes ausentes del proyecto de reforma, y también redefinir el concepto de «rescate» público de un banco, para que pueda beneficiarse del mismo no ya la entidad sino sus acreedores.
La votación en la que demócratas y republicanos tenían que verse las caras estaba fijada a última hora de ayer, sólo un día antes de que los directivos de Goldman Sachs comparezcan en el Capitolio para dar cuenta de los distintos escándalos que se les imputan, entre ellos, haberse lanzado a hacer montañas de dinero apostando contra la burbuja hipotecaria americana, para beneficiarse tanto de la explosión de esta como de las ayudas gubernamentales para mitigar sus efectos.
Venta de Citigroup
Por otro lado, el Departamento del Tesoro estadounidense anunció ayer que venderá hasta 1.500 millones de acciones de Citigroup, en un primer gran paso del gobierno para despojarse del 27% que adquirió del banco, cuando lo salvó de la crisis.
Un comunicado del Departamento del Tesoro indicó que la firma Morgan Stanley tendrá «autoridad discrecional» para vender esa cuantía de acciones y que espera ofrecer a la venta más títulos en el futuro.La operación se encuadra en un programa anunciado el mes pasado para la venta de los 7.700 millones de acciones que el gobierno de Estados Unidos recibió como parte de la participación de Citigroup en el salvamento financiero, por 700.000 millones de dólares, aprobado por el Congreso en octubre de 2008.

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