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CAUSA ABIERTA

Cobos no es operable

Cobos no es operable

Escribe Carlos Lemos

"Olvídense de que Cobos renuncie. Siempre dije que la única forma es mediante un juicio político. Anímense a pedirlo", advirtió el que se supone es el vicepresidente de Argentina, Julio Cobos en respuesta al explícito pedido de la presidenta de que se vaya para su casa porque ni siquiera puede abandonar el país por temor a que el hombre la traicione. Pero, a esta altura, ya no sólo el gobierno no le quiere ver ni la cara, pues distintos sectores de la oposión se han alineado contra ese político extraño que integra la fórmula del ejecutivo, pero en realidad es el principal opositor y se ha dedicado a bombardear sistemáticamente cada iniciativa del gobierno. En verdad Cristina Fernández de Kirchner tiene un tumor con nombre y apellido, pero lo peor es que no es operable, por tanto la va a acompañar hasta el fin del mandato. Como si fuera poco la "prensa grande" se encarga todos los días, en una postura cuasi demencial, de distorsionar la grave situación atacando un día sí y otro también a la presidenta y justificando a Cobos.La disputa se agravó el martes cuando la mandataria anunció la suspensión de una visita oficial a China al argumentar que el vicepresidente, a quien debe delegarle el gobierno provisoriamente si viaja, "no cumple su rol". Además, lo acusó de ser el "líder de la oposición".Vale recordar que Kirchner está enfrentada a Cobos desde que en 2008 votó contra el gobierno como titular del Senado en una grave disputa con las patronales agrarias. Tan brutal fue la traición de Cobos que, con su voto, logró que los hacendados argentinos no sólo ganaran la pulseada contra el gobierno, sino que empezaran a ocupar en forma masiva bancas en el parlamento nacional.  El enfrentamiento se profundizó recientemente por la intención de la presidenta de remover por decreto al titular del Banco Central, Martín Redrado, quien se negó a usar reservas para pagar parte de la deuda."Tener un vicepresidente que se preocupa fundamentalmente de obstaculizar las iniciativas parlamentarias del oficialismo claramente es una acción que desestabiliza", dijo el jueves Agustín Rossi, titular del bloque de diputados del gobernante peronismo. Y tiene razón, Cobos es de los peores desestabilizadores que se recuerde en América Latina, aunque tenga sobre él una pátina democrática. Algún día se sabrá que este señor se ha beneficiado en grande con su permanente hostigamiento al gobierno que él mismo integra.Su propio colega en el Senado, Miguel Ángel Pichetto, señaló que "no se puede estar en la misa y en la procesión", en alusión a que Cobos forma parte del poder Ejecutivo pero mantiene una posición opositora.A la andanada de reclamos de dimisión de dirigentes oficialistas se sumaron, por diferentes motivos, las críticas de dirigentes que disputan con Cobos un eventual liderazgo opositor para las elecciones presidenciales de 2011."Cuando el vice está liderando la oposición en contra de la presidenta, el problema institucional es grave", dijo la diputada socialcristiana Elisa Carrió, una de las más acérrimas críticas de la mandataria.Por si fuera poco, el acalde de Buenos Aires, el derechista Mauricio Macri, dijo que Cobos "era parte de un proyecto y ahora no se siente más parte de ese proyecto" por lo que su negativa a dimitir "provoca una anormalidad que es muy difícil de sostener en el tiempo".Cobos, quien proviene del radicalismo socialdemócrata de los ex presidentes Raúl Alfonsín (1983-89) y Fernando de la Rúa (1999-2001), deberá dirimir en los próximos días en una comisión legislativa encargada de evaluar la decisión de Kirchner de despedir al titular del Banco Central, Martín Redrado, quien logró un amparo judicial y se mantiene dificultosamente en el cargo.La mandataria cedió a la presión opositora para consultar al Congreso antes de despedir al gobernador de la autoridad monetaria, cuya suerte parece echada ya que la opinión de esa comisión no es vinculante, según medios de prensa.No obstante, sigue abierto el conflicto por el uso de las reservas del Banco Central para formar un fondo de US$ 6.569 millones destinado a pagar parte de los vencimientos de 2010, a cuya conformación se había negado Redrado.Recién en marzo próximo, cuando se reanuden las sesiones ordinarias del Congreso, pudiera resolverse el tema que generó fuertes polémicas, mientras tanto Argentina no cumple con sus compromisos internacionales, que muy caro lo pagará, por la obsesiva actitud de un vicepresidente a quienes todos quieren echar. Pero él, como si nada. A esta altura debería estar en manos de un psiquiatra por su bien y por el bien de Argentina.

 

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