España expulsa al embajador de Honduras, destituido por Zelaya
Manuel Zelaya se ha alineado con la comunidad internacional para demostrar que continúa siendo el presidente de Honduras, pese al golpe de Estado encabezado por su otrora amigo Roberto Micheletti que lo expulsó del poder el pasado 28 de junio. Así, tras Argentina, Chile y Costa Rica, ahora es España la que ha decidido invitar a salir del país al embajador hondureño, José Eduardo Martell Mejía, por su vinculación con el mandatario golpista. En una carta remitida a la Organización de Estados Americanos (OEA) por la representación española y que se hizo pública ayer, se explica que el diplomático fue convocado el 19 de agosto en el Ministerio de Exteriores, donde le fueron retiradas credenciales, privilegios y la inmunidad diplomática y se le comunicó que debía organizar su partida. Dos semanas antes, el 5 de agosto, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero recibió la notificación, por parte del Ejecutivo de Zelaya, de la destitución de Martell Mejía, que será relevado por un encargado de negocios. «España subraya que, al adoptar esta decisión, es coherente con el compromiso de la comunidad internacional de mantener la interlocución oficial con el Gobierno constitucional de Honduras», reza la misiva, enviada al secretario general de la OEA. «También estima oportuno transmitir –añade– que su posición de firmeza frente al golpe de Estado es clara y sin reservas». España fue uno de los primeros países en llamar a consultas a su embajador en Tegucigalpa, Ignacio Rupérez, como medida de presión para restablecer la institucionalidad democrática. Dos meses después, y recién concluida una visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, las autoridades hondureñas se preparan para la llegada de un grupo de cancilleres de la OEA, el lunes, con el fin de continuar las gestiones para resolver la crisis.
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