El Gobierno escocés se defiende de las críticas por excarcelar al terrorista libio
El Gobierno nacionalista escocés se ha defendido de las críticas recibidas desde ambos lados del Atlántico por su decisión de excarcelar por razones humanitarias al único condenado por el peor atentado terrorista de la historia del Reino Unido, en el que murieron 270 personas. La última y también la menos diplomática es la del director del FBI norteamericano, Robert Mueller, quien, en un gesto sin precedentes, ha escrito una carta al ministro escocés de Justicia, Kenny McAskill, para protestar por la liberación de Abdelbaset Ali Al Megrahi, que calificó de "burla de la justicia". Antes de encabezar el FBI, Mueller tuvo como fiscal un papel clave en la investigación del atentado de 1988 contra un avión de la compañía norteamericana Pan Am cuando sobrevolaba la localidad escocesa de Lockerbie. "Su acción de liberar a Megrahi es tan inexplicable como perjudicial para la causa de la justicia. Representa una burla del sistema de la justicia y da alivio a los terroristas de todo el mundo", escribió el director del FBI al ministro escocés. En su respuesta, el Gobierno escocés argumentó que la decisión de liberar a Al Megrahi cuando había cumplido sólo ocho años del mínimo de veintisiete que implicaba su condena a cadena perpetua se ajusta totalmente a la legislación escocesa, que permite la liberación por compasión de un recluso al que le quedan pocas semanas de vida, como es el caso del libio, aquejado de un cáncer de próstata terminal. El Gobierno escocés señala además en su respuesta que las autoridades estadounidenses habían dado a entender que aunque se oponían a la excarcelación del prisionero tanto en virtud del acuerdo de traslado de presos existente entre Libia y el Reino Unido como simplemente por motivos humanitarios, de tener que elegir, preferían lo segundo. Al anunciar el jueves la excarcelación de Al Megrahi, el ministro escocés de Justicia se cuidó en efecto de explicar claramente que tomaba la decisión exclusivamente "por compasión" a la vez que rechazó el acuerdo bilateral firmado por Reino Unido y Libia y sobre el que el Gobierno escocés, según dijo, no fue consultado en su día. "El señor Mueller ha estado involucrado (como fiscal) en el caso de Lockerbie y por tanto tiene opiniones fuertes sobre el particular, pero debería tener en cuenta que si es cierto que muchas familias se han opuesto a la decisión de MacAskill, otras la han apoyado", explica el Gobierno nacionalista escocés en su respuesta al director del FBI. Mientras tanto, el hijo del jefe del Estado libio, Aif al-Islam Gadafi, que acompañó al excarcelado en el avión que le condujo de vuelta a su país natal, parece haber dado marcha atrás respecto a su afirmación de que el caso del terrorista libio había estado siempre sobre la mesa en las negociaciones de acuerdos comerciales entre Reino Unido y Libia. Un portavoz del hijo del coronel declaró a la BBC que se habían sacado de contexto esas afirmaciones y que ése se había referido solamente a las relaciones históricas entre ambos países. El ministro británico para la Empresa y virtual número dos de Gordon Brown, Peter Mandelson, calificó el sábado de "ofensiva" cualquier insinuación en el sentido de que Gran Bretaña hubiese liberado a Al Megrahi para facilitar los negocios con un país rico en petróleo como Libia.
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