Blogia
CAUSA ABIERTA

La culpa que no deja vivir a un veterano de Vietnam

La culpa que no deja vivir a un veterano de Vietnam

El ex teniente William Calley, único condenado por la matanza en la aldea survietnamita de My Lai en 1968, pidió disculpas en público por los hechos que hicieron que se comenzara a cuestionar la guerra de Vietnam. "No hay día en que no sienta remordimientos por lo que ocurrió aquel día en My Lai", dijo Calley, de 66 años, ante una pequeña audiencia en el club comunitario Kiwani de Columbus, Georgia, EE.UU. Miembros del club cercanos al ex militar, que ha rechazado las numerosas solicitudes de entrevistas de los grandes medios de comunicación, lo convencieron para que asistiera a lo que se ha convertido en su primera disculpa pública. En marzo de 1968 tropas de la compañía Charly del ejército estadounidense entraron en la pequeña y remota aldea de My Lai y mataron a más de 500 hombres, mujeres y niños. El entonces joven teniente fue parte de aquella misión que abrió fuego contra civiles desarmados. La matanza fue revelada un año después gracias a la investigación del periodista Seymour Hersh y tuvo un gran impacto en la opinión pública de Estados Unidos, que comenzó a cuestionar la guerra de Vietnam. El proceso judicial por este crimen de guerra empañó el nombre del ejército, sospechoso de encubrir y ocultar pruebas, pero culminó con la absolución del capitán Ernest Medina, a cargo de la compañía, y de otros 29 oficiales que habían sido juzgados. William Calley nunca negó su participación en los hechos, pero insistió -e insiste- en que cumplía órdenes de sus superiores. Fue condenado a cadena perpetua por 22 cargos de asesinato, aunque sólo estuvo bajo arresto domiciliario tres años y fue indultado por el entonces presidente Richard Nixon.

"Lo siento mucho"

"Siento remordimientos por los vietnamitas que murieron, por sus familias, por los soldados estadounidenses y por sus familias". "Lo siento mucho", dijo Calley durante la discreta conferencia. Sin embargo, en su discurso y en las respuestas que dio a los asistentes, el ex militar reiteró que "sólo cumplía órdenes". Según relata en su blog el periodista Dick McMichael, cuando le preguntaron por qué no se negó a cumplir órdenes ilegales, Calley respondió que "era un teniente segundo que recibía órdenes de su comandante y las cumplí, estúpidamente creo". McMichael cuenta también que a Calley se le quebró la voz mientras expresaba su remordimiento ante el atento público.

Demasiado tarde

Desde Vietnam, uno de los pocos sobrevivientes de My Lai dijo a la agencia de noticias AFP que las disculpas públicas de Calley son bienvenidas, aunque considera que "llegan demasiado tarde". "Hubiera preferido que me enviara un e-mail o una carta", agregó Pham Thanh Cong, director de un pequeño museo en recuerdo de My Lai. "Me gustaría que volviera y vea las cosas que hay aquí". "Quizás se arrepintió ahora por los crímenes y errores cometidos hace más de 40 años", reflexionó Cong, que fue testigo del asesinato de su madre y sus hermanos en My Lai.

 

 

0 comentarios