Peligra en el Himalaya una de las áreas ecológicas más ricas del mundo
Nuevas especies en el Himalaya. De izquierda a derecha y de arriba a abajo, «Heterometrus nepalensis», «Macaca munzala», «Muntiacus putaoensis», que es un cérvido de 60 centímetros; «Leptobrachium smithi», «Bugun liocichla», «Trimeresurus gumprechti» y «Jabouilleia naungmungensis» La cordillera del Himalaya representa para la comunidad científica un filón biológico de primer orden. De su vertiente oriental han salido en la última década 353 nuevas especies animales y vegetales, así como fósiles milenarios. A una media insólita de 35 al año, los hallazgos entre 1998 y el 2008 incluyen dos especies de mamíferos, dos de aves, 16 de anfibios, otras tantas de reptiles y 14 de peces de agua dulce. Un informe de la organización ecologista World Watch Fund (WWF) compila estos descubrimientos y alerta del riesgo de desaparición de muchos de ellos. Tan poderosas como frágiles, estas montañas sufren uno de los mayores impactos del cambio climático. El informe Himalaya oriental. Donde colisionan los mundos , que se publica hoy, es un recordatorio de lo que está en juego. La región es una de las más ricas en vida animal y vegetal de la Tierra y aún se desconoce el alcance real de su patrimonio natural. Vastas extensiones de la vertiente oriental del Himalaya, comprendida entre Bután, los estados indios nororientales de Arunachal Pradesh, Assam, Bengala septentrional, Sikkim, el norte de Myanmar, Nepal y el Tíbet, son todavía un arcano científico. Cuando los biólogos logran acceder hasta él, las sorpresas están garantizadas. A día de hoy se calcula que cohabitan unas 10.000 especies de plantas, 300 de mamíferos, casi un millar de aves, 176 de reptiles, 105 de anfibios y 269 de peces de ríos y lagos. Pero los últimos hallazgos en esta ecorregión, más los que se intuyen a corto plazo, obligan a revisar ese cálculo, a todas luces conservador. En el 2005, la catalogación del macaco de Arunachal (Macaca munzala) como una especie propia marcó un hito. Era el primer simio identificado en el mundo en un siglo. Bastante grande, de pelaje marrón y cola corta, es uno de los monos que viven a mayor altitud, entre 1.600 y 3.500 metros sobre el nivel del mar. Años antes, en 1999, los científicos se toparon con el miembro más pequeño de la familia de los cérvidos. El Muntiacus putaoensis, un muntjac en miniatura de entre 60 y 80 centímetros de alto y unos 11 kilos de peso, fue avistado por primera vez en las tierras himalayas del norte de Myanmar. Primero se creyó que era un ejemplar joven. Posteriores análisis de ADN confirmaron que era una hembra adulta del conocido también como ciervo-hoja. Los muntjac , con once especies diferentes en la actualidad, son el grupo más antiguo conocido de la familia de los ciervos, con registro fósil de entre 15 y 35 millones de años de antigüedad. Junto a estos mamíferos, la última década ha visto surgir del Himalaya oriental dos especies de aves, el Bugun liocichla, una suerte de gorrión moñudo de colores, y el Jabouilleaia naungmungensis, que ingresó en el catálogo ornitológico en el año 2005. «La enorme riqueza del Himalaya convierte esta zona en una de las áreas más completas de la Tierra en biodiversidad, pero su riqueza podría perderse si no se revierten los impactos del calentamiento global», subraya el informe de WWF.
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