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CAUSA ABIERTA

Jacinto Vera, padre de la Iglesia católica de Uruguay, no hizo ningún milagro, según científicos

Jacinto Vera, padre de la Iglesia católica de Uruguay, no hizo ningún milagro, según científicos

Un testimonio que explica científicamente un supuesto milagro obrado por Jacinto Vera, considerado el padre de la Iglesia católica de Uruguay, hace peligrar su proceso de beatificación, para el cual se inició una investigación en agosto, informaron fuentes eclesiásticas.

El presunto milagro que está siendo evaluado tuvo lugar hace casi dos años en Montevideo y está vinculado a la curación de un hombre después de que su familia encomendase la misma a Jacinto Vera (1813-1881).

No obstante, la aparición de un testimonio médico que explica de manera científica la curación del hombre puede desbaratar los argumentos religiosos o de fe utilizados para considerar que la misma fue obra de un milagro.

Por este motivo, las novedades “no son positivas” para el proceso de beatificación de Vera, precisaron las fuentes consultadas.

En caso de que finalmente pueda “comprobarse” el supuesto milagro, los resultados se trasladarán al Vaticano, donde serán evaluados y, de ser refrendados, se facultaría la beatificación del padre de la Iglesia católica uruguaya.

El tribunal que investiga el supuesto milagro está compuesto por varios miembros del clero del país suramericano y también incluye un médico, encargado este último de examinar los testimonios y las pruebas.

El pasado 6 de mayo, día en que se cumplían 134 años de su fallecimiento, Jacinto Vera fue declarado por el papa Francisco como “venerable” -el paso previo para aspirar a la beatificación- en reconocimiento de sus “virtudes heroicas”.

Cabe destacar que para llegar a ser declarado santo, Vera primero tiene que ser beatificado.

En cuanto a sus orígenes, los padres del primer obispo de Uruguay eran originarios de las islas Canarias (España) y llegaron como inmigrantes al país suramericano a comienzos del siglo XIX.

El religioso cursó sus estudios en teología en el seminario de los jesuitas en Buenos Aires y en 1841 fue ordenado sacerdote.
EFE
 

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