Un vídeo muestra a policías de Río alterando la escena de un asesinato en una favela
Un vídeo grabado por vecinos de la favela de Providencia, en la Zona portuaria de Río de Janeiro, registró este martes a cinco policías alterando la escena de un crimen tras matar al joven Eduardo Felipe Santos Victor, de 17 años.
En las imágenes, los policías colocan un arma en la mano del joven disparado y uno de ellos efectúa dos disparos con la misma, así como otra con su propia pistola, para simular un enfrentamiento que no se dio, según varios testigos contaron a los medios locales.
Cuando un delincuente muere en enfrentamientos con la policía en Brasil, se registra como auto de resistencia, lo cual ayuda a evitar investigaciones mayores sobre lo sucedido y a que sean acusados de homicidio.
No obstante, en muchas ocasiones estos autos son en verdad homicidios o ejecuciones encubiertas. "Él estaba armado, pero se rindió", contó a Globonews una vecina anónima en referencia al joven, que aseguró que fue asesinado a quemarropa. "Lo podrían haber llevado preso. El deber de ellos era llevarlo preso y no matarlo (...) Gritó "ai, ai", y cayó de cara. Después de que levantara las manos le dispararon", añadió.
Los cinco agentes de la policía militar que participaron en la acción policial fueron presos administrativamente y prestaron declaración a última hora de la tarde. Con el vídeo en las manos, la policía civil inició una investigación que contará con la colaboración de la división de homicidios, lo cual vendría a cuestionar la versión del auto de resistencia o muerte en enfrentamientos dado por los propios agentes. Varios vecinos se manifestaron por la noche en la calle de la comisaría donde los agentes habían declarado, a modo de protesta por la operación y plantando pequeñas barricadas de fuego en la carretera.
La favela de Providencia, antiguamente conocida como Morro da Favela, es considerada la primera comunidad de Río y la que dio nombre al fenómeno de las favelas, inspirándose en una planta llamada 'faveleira'. La poblaron a finales del siglo XIX soldados que regresaron de la guerra de los Canudos, en el Nordeste del país y contra un grupo revolucionario y religioso, y que no recibieron las viviendas que el gobierno les había prometido si vencían. Así, provisionalmente, como providencia, se quedaron habitando esta favela que posteriormente sirvió de ejemplo en otros puntos de la ciudad a otros ciudadanos que no tenían donde vivir y se construían sus propias chozas.
La comunidad recibió su comisaría interna de pacificación, en el famoso proyecto conocido como UPP (Unidad de Policía Pacificadora) en 2010. El proyecto se inició en 2008 como forma de acabar con el dominio del tráfico y las incursiones policiales puntuales sustituyéndolas por patrullas fijas dentro de las favelas. Existen ya 38 Unidades de Policía Pacificadora, que emplean a más de 9.000 policías.
Aunque se ha reducido el índice de criminalidad en muchas de ellas, se viven crisis constantes debido generalmente a la brutalidad policial en sus operaciones, que acaba con la vida de inocentes o jóvenes desarmados casi cada semana, especialmente en favelas de la deprimida Zona Norte como el Complejo de Alemao o Manguinhos, aunque también se han dado casos significativos en Rocinha, como la tortura y desaparición (con probable ejecución) policial del albañil Amarildo da Souza en julio de 2013, o en Pavão Pavaozinho, favela incrustada en una colina de Copacabana, donde mataron al bailarín Douglas Rafael da Silva Pereira en abril de 2014. A pesar de la UPP, la policía de Río mató en 2014 a 580 personas. En todo Brasil, 2.368 de los 52.336 asesinatos fueron perpetrados por policías en el mismo año, según el Mapa de la Violencia elaborado con datos de las autoridades públicas.
"La pacificación de las favelas fue una buena idea porque había que terminar con las incursiones letales de los agentes sin abandonar a las favelas. Pero también avisé desde el inicio que no podrían funcionar de verdad con una policía violenta y corrupta como la que tenemos. Desmilitarizar la policía es esencial", expresa a EL MUNDO el escritor y sociólogo Luiz Eduardo Soares, autor de los libros que inspiraron las películas Tropa de Élite I y II y que empezó el primer mandato de Lula como presidente siendo su secretario de estado de seguridad.
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