EEUU no perdona a Roman Polanski
Desde fiscales en Los Angeles hasta funcionarios de la justicia en Washington describieron como una decepción la decisión de Suiza de liberar a Roman Polanski en lo que algunos calificaron como una injusticia. La decisión del gobierno suizo le dio un nuevo giro a un caso sexual que comenzó hace tres décadas e involucra a dos continentes. Que el caso continúe dependerá en gran parte del lugar adonde viaje Polanski. Una orden para su arresto permanece activa, prohibiéndole efectivamente al cineasta de 76 años regresar a Estados Unidos, de donde escapó en 1978 en la víspera de su sentencia por haber tenido relaciones sexuales ilícitas con una niña de 13 años. "Estados Unidos cree que la violación de una niña de 13 años por un adulto es un crimen, y seguiremos buscando la justicia en este caso", dijo el vocero del Departamento de Estado P.J. Crowley.
Los fiscales de Los Angeles sostienen que el director debe regresar a esta ciudad para argumentar que su caso fue mal llevado por un juez ahora fallecido y un ex fiscal. Polanski se ha negado a volver o defender su caso en persona.
La decisión suiza no puede apelarse, y a pocas horas del fallo parece que Polanksi abandonó el lujoso chalet donde estuvo confinado bajo arresto domiciliario desde el año pasado.
Está en libertad de volver a Francia, que no extradita a sus propios ciudadanos, pero no se le ha visto en público allí desde el dictamen. Su esposa salió de su apartamento en París el martes al mediodía sin hablar con los periodistas que se congregaron frente al edificio.
El paradero de Polanski era desconocido el martes, pero su abogado Georges Kiejman dijo que su cliente estaba "feliz con su liberación".
El fiscal del condado de Los Angeles Steve Cooley, quien se ha postulado al cargo de fiscal general de California, dijo que su oficina trabajará con agentes federales con el fin de hacer que Polanski regrese para ser sentenciado si lo arrestan en un país con un tratado favorable de extradición. La oficina de Cooley dijo el pasado septiembre, tras el arresto de Polanski, que había buscado antes su detención en Inglaterra, Tailandia e Israel.
Cooley calificó la decisión como un "flaco servicio a la justicia y otras víctimas".
El director de "Rosemary's Baby", "Chinatown" y "The Pianist", galardonado con un Oscar, fue acusado de servirle a su víctima champaña y darle parte de una pastilla del sedante Quaalude para entonces violarla durante una sesión de modelaje en 1977. Inicialmente fue acusado de seis delitos graves, incluyendo violación mediante el uso de drogas, abuso de menores y sodomía, pero en un acuerdo con la fiscalía se declaró culpable de un cargo de coito ilícito.
El gobierno suizo dijo que su decisión de rechazar la extradición de Polanski se basó en parte en que las autoridades estadounidenses no proporcionaron transcripciones de declaraciones secretas presentadas por el abogado que originalmente manejó el caso del director.
Los abogados de Polanski emitieron el martes en Los Angeles un comunicado en el que pedían que se investigara por qué Estados Unidos se había rehusado a suministrar la evidencia solicitada por las autoridades suizas.
La declaración secreta permanece sellada y sólo puede usarse si el ex fiscal no estuviera disponible para una audiencia de presentación de pruebas, dijo un vocero del tribunal de Los Angeles.
La declaración "debería demostrar" que Polanski de hecho cumplió su sentencia mientras atravesaba un estudio ordenado por la corte tras la presentación de los cargos, dijo el Ministerio de Justicia suizo.
"Si este fuera el caso, Roman Polanski de hecho ya habría cumplido su sentencia y, por ende, tanto las acusaciones en las que se basa la solicitud de extradición de Estados Unidos como el pedido mismo no tienen fundamento", dijo el ministerio. También apuntó que la víctima de Polanski, Samantha Geimer, ha pedido en repetidas ocasiones que el caso sea desechado.
Cooley, quien es el quinto fiscal de distrito que maneja el caso de Polanski, acusó a Suiza de explotar una inusual ley de California para liberar al director y dijo que la decisión fue un "rechazo a la competencia de las cortes de California".
"Los suizos no pudieron encontrar un gancho más pequeño del cual colgar su sombrero", expresó Cooley en un comunicado.
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