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CAUSA ABIERTA

Pánico de inmigrantes por redadas en Arizona

Pánico de inmigrantes por redadas en Arizona

Apenas días después de que la legislatura del estado de Arizona aprobara una controversial ley de inmigración, agentes federales allanaron este jueves varios operadores de autobuses en las ciudades de Phoenix y Tucson, en el marco de una investigación sobre el tráfico ilegal de inmigrantes de México a Estados Unidos. El Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) informó que los propietarios y empleados de cinco servicios de transporte comercial figuran entre las 47 personas que fueron arrestadas durante la operación, que causó alarma en la comunidad hispana residente las dos poblaciones. "Esta operación ha constituido un duro golpe a la infraestructura de algunas de las organizaciones de tráfico humano más rentables de Arizona", aseguró el subsecretario de Seguridad Nacional para el ICE, John Morton, durante una rueda de prensa celebrada en Phoenix, en la que, junto al fiscal general del estado Dennis K. Burke, ofreció detalles de la llamada "Investigación a simple vista". "Los acusados creyeron equivocadamente que podían operar en la impunidad escondiéndose detrás del velo de la legitimidad que le ofrecían estos negocios", agregó Morton. Las autoridades mexicanas también participaron en la investigación, que concluyó implicando a supuestos miembros de organizaciones de contrabando humano en Phoenix, Tucson, Nogales, Arizona y el norte de México, a donde transportan pasajeros las empresas donde se practicaron las redadas. Sin embargo, la batida de este jueves no fue ninguna sorpresa. Noticias de la operación circularon en todo el estado de Arizona desde este martes y según líderes comunitarios, su anuncio sembró el pánico entre la comunidad hispana de Phoenix y Tucson.
La coalición Campaña Reforma Migratoria Pro-América indicó este jueves que "la sensación de miedo y el pánico creado en las comunidades latinas y de inmigrantes ha sido enorme".
"La reacción de la comunidad ha sido de puro pánico", declaró por su parte la obispo de la Iglesia Metodista Unida, Minerva Carcaño. "Hemos abierto las puertas de nuestras iglesias y nos hemos preparado para recibir a las familias -especialmente los niños- que puedan haber sido separados de sus familias durante las acciones de hoy".
Jennifer Allen, directora ejecutiva de la Red de Acción Fronteriza señaló que "la fuerza utilizada por los servicios policiales fue completamente desproporcionada en relación con el número de detenciones".
"Había helicópteros sobrevolando y la policía local acordonó las calles. La masiva e innecesaria demostración de la fuerza ha aterrorizado a las comunidades. La gente tiene miedo de enviar a sus hijos a la escuela; tienen miedo de ir a trabajar", agregó Allen.
Las organizaciones que defienden los derechos humanos en EE.UU. vincularon la operación de este jueves a las estrictas medidas migratorias que se están tomando en el fronterizo estado del suroeste estadounidense.
"A la vez que aplaudimos el trabajo honesto del cumplimiento de la ley para mantener a nuestras comunidades seguras, nos preocupa la coincidencia de una operación de ICE que parece estar diseñada más para el consumo de los medios de prensa", expresó Pablo Alvarado, director ejecutivo de la Red de Organizaciones Laborales.
"La (ley) SB 1070 tiene, literalmente, la intención de aterrorizar a las familias inmigrantes. Nos preocupa que la intensa campaña del director de ICE Morton hacia la prensa sólo contribuirá con un clima de miedo que ya está enviando ondas de choque en todo el estado y el país", añadió Alvarado.
La nueva legislación de Arizona obliga a los agentes policiales locales a hacer cumplir las leyes de inmigración federales, por lo que podrán detener a cualquier persona que les parezca "razonablemente sospechosa" de ser un inmigrante indocumentado.

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