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CAUSA ABIERTA

Abdulmutallab, de niño rico a terrorista islámico

Abdulmutallab, de niño rico a terrorista islámico

Con el respaldo de una familia acomodada y la posibilidad de educarse en Occidente, Umar Farouk Abdulmutallab tenía ante sí un futuro brillante, pero decidió dejarlo de lado y entregarse al radicalismo terrorista islámico. Su identificación con los principios de Al Qaeda le llevó a subirse a un avión estadounidense con la intención de hacerlo estallar por los aires, operación que pudo ser abortada por la rápida actuación de los pasajeros y, posiblemente, por un fallo en el dispositivo que llevaba adherido al cuerpo.
Hoy, con 23 años, permanece detenido en un centro hospitalario de Michigan, donde está siendo interrogado por las agencias de inteligencia estadounidense, que ven en su caso un nuevo modelo de reclutamiento del radicalismo islámico.
Su padre, un reconocido financiero de Nigeria que hace poco se jubiló como presidente de uno de los grandes bancos del país, ha seguido en los últimos años con preocupación la evolución de su hijo, lo que le llevó incluso a contactar con las autoridades estadounidenses para advertir de su radicalización.
EEUU tomó nota de las advertencias del financiero y pusieron el nombre del joven en una base de datos de presuntos terroristas, pero sin las alarmas necesarias para que se le negase un visado y se le impidiese subirse a un vuelo comercial, como hizo el pasado viernes.
En sus declaraciones, Abdulmutallab ha asegurado que forma parte de Al Qaeda y que viajó a Yemen para obtener el dispositivo explosivo y recibir instrucciones sobre cómo activarlo.
Aunque los investigadores no descartan esta posibilidad, también creen que el joven pudo actuar solo inspirado, y no entrenado, por la red terrorista.
Antes de experimentar esta radicalización, Umar Farouk Abdulmutallab, estuvo tres años, del 2005 a 2008, residiendo en barrio acomodado de Londres, donde se licenció en Ingeniería en la prestigiosa University College of London.
Su ultima dirección conocida en Londres es un apartamento situado en la planta baja de un edificio, que aun mantiene y que la policía está investigando para obtener pruebas de su presunta relación con la red terrorista.
Cuando Abdulmutallab regresó de Londres a Nigeria, dijo a su familia que quería obtener un segundo título universitario en Egipto o en Arabia Saudí, algo a lo que su familia se negó por temor a que estuviera ya bajo la influencia de radicales islámicos.
En su lugar, fue a estudiar a Dubai, si bien hace tres meses comunicó en un mensaje de texto remitido a su familia que lo abandonaba todo para marcharse a Yemen, para cambiar de vida y seguir la llamada del Islam.
Alertaba además que no se le podría localizar, porque iba a destruir la tarjeta de su teléfono.
Alarmado por el mensaje, su padre Alhaji Umar Mutallab, que durante años presidió el First Bank PLC de Nigeria, decidió contactar con varias agencias de seguridad estadounidenses.
Se pudo en contacto además con el personal de la embajada de Washington en Abuja, a los que mostró su temor de que su hijo se hubiera enrolado en "una especie de Yihad".
La información que facilitó el financiero fue reenviada al Centro Nacional contra el Terrorismo de EEUU, pero el cambio de vida del joven no aportó las evidencias necesarias para vincularlo con el terrorismo islámico.
El miembro de la familia consultado por CNN dijo que el joven no obtuvo el consentimiento, ni el apoyo de la familia para dejarlo todo y marcharse a Yemen, pero aun así lo hizo.
"Su madre no ha podido dormir durante meses. Está tomando medicación para dormir", dijo el familiar a la cadena de televisión.
Este fin de semana, su padre volvió a contactar con las agencias de inteligencia de EEUU, atemorizado por el destino de su hijo. En esta ocasión su llamada fue atendida de inmediato.

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