Mujica no rompió la tradición y su banda presidencial será bordada por las Hermanas Oblatas
Siguiendo la tradición de casi todos los presidentes uruguayos desde 1938, José Mujica encargó a la Congregación de las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor la confección de la banda presidencial que lucirá el próximo 1º de marzo cruzada sobre su pecho. En poco más de un mes, estará pronta. El martes pasado, en horas de la tarde, munida de un centímetro, una lapicera y un pequeño cuaderno, la hermana Lourdes visitó la chacra de Rincón del Cerro.
El ritual insumió unos diez minutos. Lourdes midió y anotó las medidas, en especial la que va desde el hombro derecho hasta el corazón. Esa distancia es crucial porque a esa altura del pecho estará bordado el escudo nacional, una de las piezas que más trabajo requiere.
En la ocasión, Mujica, quien estaba acompañado por su esposa, la senadora y futura primera dama Lucía Topolansky, se vistió de traje sin corbata el mismo que lucirá el día de su asunción. Para la bordadora, esto es esencial. La medición debe ser exacta, ni un centímetro de más ni un centímetro de menos.
La banda será idéntica a la de Tabaré Vázquez aunque un poco más grande y casi no tendrá diferencias con la de Jorge Batlle o la de sus antecesores Sanguinetti y Lacalle, salvo por un detalle: el color de las hojas de oliva del escudo nacional. En 2004, la religiosa eligió el verde en lugar del sepia y, en esta oportunidad, lo mantendrá.
Lourdes de 85 años pertenece a la Congregación de las Hermanas Oblatas, que desde 1938 viste a los presidentes uruguayos con una banda de borlas de hilillos de oro.
Las Oblatas son las encargadas desde la Presidencia de Alfredo Baldomir (1938 y 1943) de bordar la banda presidencial (símbolo del poder constituido del Estado) que fuera creada por Ley nacional en el año de 1882, bajo la presidencia del general Máximo Santos.
Cinco años atrás, LA REPUBLICA visitó a Lourdes en su lugar de trabajo. Esta vez, no aceptó entrevista.
Según ella misma habría dispuesto, éste sería su último trabajo después de veinte años de tarea ininterrumpida. Sus manos confeccionaron las bandas a los presidentes Luis Alberto Lacalle (1990-1995), Jorge Batlle (2000-2005) y Tabaré Vázquez (2005-2010). Con motivo de la asunción del presidente Julio María Sanguinetti, en 1984, no fue Lourdes sino otra compañera de la misma Congregación quien zurció la prenda que volvería a utilizar en 1995, al inaugurar su segundo mandato.
En su pequeño taller, en la residencia de la Congregación en el Prado, Lourdes contará con todos sus adminículos: el bastidor, tijera, agujas de coser, hilo, y las telas correspondientes además de los delicados hilillos de oro que servirán para confeccionar las borlas que decorarán el emblemático distintivo presidencial.
Para los entendidos, la banda es una pieza de bordado única, de finísima confección artesanal, que demanda muchísimas horas de trabajo, paciencia y concentración, casi absolutas, además de manos hábiles e "imaginación". Para lograr el clima adecuado, Lourdes dejará pasar las fiestas para comenzar el bordado los primeros días del año próximo que, estima, le insumirá "poco más de un mes". Cada pieza tiene un altísimo valor que no fue especificado y que servirá para contribuir a las arcas de la Congregación que se dedica fundamentalmente a tareas de tipo social enfocadas a atender la problemática de la mujer.
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