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CAUSA ABIERTA

Organos de colombianos al mejor postor

Organos de colombianos al mejor postor

Pese a que las normas restringen el acceso de extranjeros a órganos donados por colombianos, este año han interpuesto 22 acciones de este tipo, la mayoría de las cuales ha sido fallada a favor.
Así lo afirman las cifras del Instituto Nacional de Salud, que está en cabeza de la Red de Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos.
Miembros de organizaciones que reúnen a trasplantados aseguran que los jueces están desconociendo la normatividad que el país ha venido construyendo en este sentido, y mediante la cual se da prioridad a pacientes nacionales y extranjeros residentes: "No puede ser que en un país donde la gente se muere esperando un órgano, venga un extranjero, interponga una tutela e ingrese a una lista de espera en la que están hace meses o años cientos de colombianos", dijo Manuel Arboleda, representante de las asociaciones de personas pre y trasplantadas del país ante el comité asesor de esta Red.
Entre los derechos invocados por extranjeros están el de la vida, la salud, la igualdad y la dignidad humana.
De acuerdo con Arboleda, en Colombia hay más de 20 mil personas en hemodiálisis; "son tantos los obstáculos que el sistema de salud impone a esta gente para acceder a la lista de espera de riñón, que en ella sólo hay 617 pacientes; de ese total un mínimo número obtendrá un órgano, porque la donación sigue siendo escasa. En ese escenario vienen extranjeros e invocan derechos constitucionales. Eso es injusto".
Insiste en que los extranjeros tienen un país de origen, que está en la obligación de salvaguardarles esos derechos y en cuyo territorio deberían poder acceder a órganos.
Cuestión de derechos
En concepto del abogado constitucionalista Juan Manuel Charry, lo que algunos jueces están haciendo es inaplicar el artículo 40 del decreto 2493 del 2004.
Este señala que los extranjeros no residentes sólo pueden acceder a órganos y tejidos en el país, siempre y cuando no haya receptores nacionales o extranjeros residentes en Colombia, en lista regional o nacional de espera.
"Todas las personas (nacionales y extranjeros) tienen derechos fundamentales (a la vida, a la libertad de expresión, a la locomoción, al debido proceso), cuya protección cualquiera puede invocar mediante tutela en Colombia", explica Charry.
Los jueces, al parecer, consideran que por cumplir con un requisito (como el estipulado por el decreto 2493), no puede dejar de protegerse el derecho fundamental de una persona, como el de la vida.
Charry sostiene que es urgente que la Corte Constitucional haga precisión sobre el alcance de estos derechos y que las autoridades de salud refuercen sus argumentos a partir de las declaraciones internacionales en torno al llamado turismo del trasplante.
Juan Gonzalo López, director del Instituto, explica que hace cinco años cuando se estructuró la Red (mediante dicho decreto), cerca del 12 por ciento de los pacientes que se beneficiaban con procedimientos de este tipo en Colombia, venían del exterior.
"Debido a las limitantes impuestas por el 2493 en el país cayó la atención a 'turistas' extranjeros, a un 1,8 por ciento. En agosto de este año expedimos una circular en la que argumentamos que por la cantidad de colombianos que hay en listas de espera (en las que cada año hay en promedio 1.000 personas), ya no es posible trasplantar a extranjeros no residentes... Pero las tutelas han continuado", sostiene López.
Colombia cuenta con una normatividad para ordenar y reglamentar la donación de órganos y tejidos, así como la estructuración de una red centralizada para que su distribución y trasplante se haga de acuerdo con las leyes y con equidad. De igual modo ha suscrito declaraciones internacionales como la de Mar del Plata (2005) y Estambul (2008), que lo comprometen a generar medidas contra el llamado "turismo o viajes para trasplantes" de órganos que, en criterio de la Organización de las Naciones Unidas, constituye una modalidad de tráfico internacional de órganos.
"Las tutelas falladas a favor de extranjeros abren una brecha en la normatividad construida para regular el tema", dijo López.
Colombianos hoy donan más
Gracias a campañas hechas en todo el país, el número de donantes en Colombia pasó, en un año, de 213 en el primer semestre del 2008 a 278 en el mismo periodo de este año.
La tasa de donación subió de 9,6 donantes por millón de habitantes a 12,7 por millón en el 2009. Pese al incremento, organizaciones de pacientes, médicos y responsables de la Red, que es coordinadora nacional de los procesos de obtención, donación, preservación, almacenamiento, trasporte, destino y disposición final de los órganos y tejidos, mantiene su invitación a todos los colombianos para que donen. Los adultos pueden tramitar y obtener el carné que los acredita como donantes voluntarios en www.ins.gov.co
'¿Qué hacemos ante la orden de un juez?
La mayoría de los pacientes extranjeros no residentes beneficiados por fallos de tutela este año, han sido trasplantados en el Hospital Universitario San Vicente de Paúl, de Medellín.
Jorge Luis Jiménez Ramírez, abogado y secretario general del Hospital, asegura que el programa de trasplantes de la institución es reconocido y que por esa razón médicos de otros países lo recomiendan a sus pacientes.
"Piden cita y cuando hablan del trasplante se les explica que las normas colombianas no permiten su inclusión en la lista de espera, porque la prioridad son nacionales y extranjeros residentes. Se van y regresan con un derecho de petición. Nos piden explicar por qué si de un trasplante depende su vida, no les permitimos ingresar a la lista. Se van con la respuesta y es ahí cuando interponen tutelas", dice Jiménez. El abogado explica que por esa vía solicitan el reconocimiento de derechos fundamentales que, de acuerdo con la Constitución, aplican a todas las personas: "Ésta señala que el Estado colombiano es demócrata, participativo y pluralista y que se funda en el respeto a la dignidad humana. También que no puede haber discriminación. El artículo 49 establece que el acceso a los servicios de promoción, protección y recuperación de la salud se les reconocen a todas las personas", sostiene.
"Cuando vienen con una orden del juez, ¿qué podemos hacer? Ingresan a la lista, al programa y cuando surge un órgano compatible, al trasplante. Ellos cubren los gastos".
Jiménez dice que su interés no es promover el trasplante a extranjeros, pero que siente que están siendo estigmatizados, porque no nacieron aquí. En cuanto al turismo de trasplante dice que hay paranoia frente a un problema que en el país no se presenta.
¿Qué es el turismo de trasplante?
Las declaraciones suscritas por el país definen el turismo de trasplante como el desplazamiento de receptores o de donantes a otros países con la finalidad de acceder a una donación o a un trasplante, a cambio de una compensación económica, o vulnerando las normas locales de asignación de órganos.
Con base en esos postulados, la mayoría de los países han ido construyendo legislaciones similares a la colombiana. Algunos han establecido convenios binacionales, como Portugal y España: Portugal recibe asesoría y asistencia técnica de España, que brinda tratamientos a algunos portugueses, de acuerdo con una lista de espera definida. (El Tiempo)

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