A mediados de diciembre, el país se conmovió por el caso de Jorge Rodríguez Kissner, necesitado de un corazón tras sufrir una miocarditis. Recibió un trasplante cardíaco el 4 de enero luego de una espera de veinte días. Aguantó dos semanas de asistencia ventricular, un trasplante, veinte paros cardíacos, dos shocks cardiogénicos, dos hemorragias, dos infecciones generalizadas y dos operaciones de pulmón. Si alguien demostró que tenía muchas ganas de vivir, es Jorge Rodríguez Kissner. El obstetra de 47 años del Hospital Evita Pueblo de Berazategui fue dado de alta después de más de dos meses de internación en el hospital de la Fundación Favaloro. A mediados de diciembre, el país se conmovió por el caso de este médico necesitado de un corazón tras sufrir una miocarditis. Recibió un trasplante cardíaco el 4 de enero luego de una espera de veinte días para conseguir un donante compatible con su tamaño. Los primeros días después de la operación fueron agitados por una falla primaria del implante, pero el organismo no rechazó el corazón y Rodríguez Kissner se recuperó milagrosamente. Está semana volverá al hospital para realizar una biopsia de control. "Fue el segundo caso más dificil que tuvimos", explicó el doctor Roberto Favaloro, cirujano cardíaco y presidente de la Fundación Favaloro, quien estuvo a cargo de la operación. "Su recuperación fue lenta pero buena. Ahora puede caminar y está bien de ánimo. Se encontraba en condiciones de poder volver a descansar a su casa", añadió. "No está más en riesgo pero necesita mucha recuperación física. Está en muy buen estado considerando todo lo que vivió. Ahora tiene que recuperar peso, ya que bajó 20 kilos de golpe. Estuvo al borde de la muerte muchísimas veces, deben ser muchas emociones para él y tiene que ir de a poco, tomando fuerzas en familia", contó su hermana Paula. "Ahora empieza otro camino para él, no tiene más la contención de la Fundación Favaloro, pero soy muy optimista, siempre lo fui desde que se consiguió el corazón. Como Jorge me dijo muchas veces, él quería vivir", agregó. Jorge Rodríguez Kissner es un médico muy querido por sus pacientes y sus vecinos. Cuando estaba internado organizaron cadenas de oración en la puerta del hospital y colocaron pasacalles con mensajes alentadores. Es más, en muestra de apoyo los vecinos de su barrio no festejaron ruidosamente la llegada del Año Nuevo. Clarín.
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