Muere el poeta nazi chileno Miguel Serrano
El escritor y ex diplomático Miguel Serrano, uno de los máximos exponentes de la "Generación del 38" y figura principal del nazismo chileno, murió este fin de semana en Santiago, a los 91 años, a causa de un derrame cerebral, confirmaron hoy sus familiares. Sobrino de Vicente Huidobro, Serrano fue autor de varios libros como "Quién llama en los hielos", "La Flor inexistente", "Ni por Mar ni por Tierra" y "Las Visitas de la reina de Saba", este último prologado por Carl Jung. Diplomático de carrera hasta 1972, fue embajador de Chile en la India, Austria y Yugoslavia, y fue amigo de Jung, Jawaharlal Nehru, Indira Gandhi, el poeta Ezra Pound y otros personajes. En los últimos años su trayectoria literaria estaba prácticamente olvidada y se le consideraba sobre todo un extravagante defensor del nazismo, con apariciones públicas en aniversarios vinculados a Hitler o a la masacre de 60 jóvenes nazis chilenos en 1938, siempre vestido con un abrigo de cuero negro.
Las ideas nazis de Serrano corrían por una vertiente propia, el "Nazismo Esotérico", que, según dijo su hijo José Miguel al diario La Tercera, partía de una visión cósmica u onírica, que forjó sobre la base de mitos y leyendas de Chile y la India.
En ese contexto, creía que el Kallash, el monte sagrado de la India, estaba conectado con el monte Melimeyú, en la Patagonia chilena, y que a través de este último se podría llegar a la mítica "Ciudad de Los Césares".
Hace algunos años, Serrano organizó una expedición a la Antártida por estar convencido de que Adolfo Hitler estaba oculto en una isla del continente helado.
Serrano se definía como alguien "que ha sentido, que ha visto y ha sufrido todo hasta la esencia", y sostenía que su objetivo era recuperar para las nuevas generaciones "el sentido trágico de la existencia con que habitó esta tierra" su generación.
La crítica literaria lo ha destacado más que nada como un notable memorialista, área en la que se destacó por "La Memoria de él y yo", formada por cuatro libros publicados entre 1993 y 1996, cada uno de un color distinto: blanco, negro, rojo y dorado.
En ellos, junto con sus experiencias personales, Serrano relata episodios importantes para Chile con una maestría que los convierte, a juicio del también escritor Armando Uribe, en "las mejores memorias que se hayan escrito" en el país.
El escritor, cuyo funeral esta previsto para este lunes en el Cementerio General de Santiago, pensaba que la literatura puede cambiar el mundo. El Informador.
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