"Viejas de tetas grandes y viejos con el pene duro, no, hay que aprender el arte de no enfermarse"
El Doctor Dráuzio Varella es médico oncólogo y escritor, brasileño. Nacido en 1943, es famoso por popularizar la medicina a través de programas de radios y televisión en Brasil. Tiene frases tan célebres como la siguiente: “En el mundo actual se está invirtiendo cinco veces más en medicamentos para la virilidad masculina y silicona para mujeres que en la cura del Alzheimer. De aquí en algunos años tendremos viejas de tetas grandes y viejos con el pene duro, pero ninguno de ellos se acordará para qué sirven”. Dr. Dráuzio Varella
Sin embargo, el artículo de hoy es acerca de un “power point” que anda circulando por la red, titulado “El arte de no enfermarse”. No tiene desperdicio. Si lo aplicáramos seguro que nuestra salud se vería recompensada.
Hable de Sus Sentimientos. Emociones y sentimientos que se esconden y reprimen terminan en enfermedades como gastritis, úlcera, dolores lumbares o dolor en la columna. La represión de los sentimientos puede incluso ocultar el desarrollo de un cáncer. Vamos a sincerarnos, a compartir nuestra intimidad, nuestros “secretos”, nuestros errores. El diálogo, el hablar, la palabra, es un poderoso remedio y una excelente terapia.
Tome Decisiones. La persona indecisa permanece en la duda, en la ansiedad, en la angustia. La indecisión acumula problemas, preocupaciones, agresiones. La historia humana está hecha de decisiones. Para decidir es preciso saber renunciar, saber perder ventajas y valores para ganar otros. Las personas indecisas son víctimas de dolencias nerviosas, gástricas y problemas de la piel.
Busque Soluciones. Las personas negativas no consiguen soluciones y aumentan los problemas. Prefieren los lamentos, la murmuración, el pesimismo. Mejor es encender una cerilla que lamentar la oscuridad. Una abeja es pequeña, pero produce lo más dulce que existe. Somos lo que pensamos. El pensamiento negativo genera energía negativa que se transforma en enfermedad.
No Viva de Apariencias. Quien esconde la realidad finge, hace poses, quiere siempre dar la impresión de estar bien, quiere mostrarse perfecto, bonachón... está acumulando toneladas de peso. Una estatua de bronce con pies de barro. Nada peor para la salud que vivir de apariencias y fachada. Son personas con mucho barniz y poca raíz. Su destino es la farmacia, el hospital, el dolor.
Acéptese. El rechazo de sí mismo, la ausencia de autoestima, hace que nos volvamos ajenos de nosotros mismos. Ser uno mismo es el núcleo de una vida saludable. Quienes no se aceptan a si mismos son envidiosos, celosos, imitadores, competitivos, destructivos. Aceptarse, aceptar ser aceptado, aceptar las críticas, es sabiduría, buen sentido y terapia.
Confíe. Quien no confía, no se comunica, no se abre, no se relaciona, no crea relaciones estables y profundas, no sabe hacer amistades verdaderas. Sin confianza, no hay relacionamiento. La desconfianza es falta de fe en sí, en los otros y en Dios.
No Viva Siempre Triste. El bueno humor, la risa, el reposo, la alegría, recuperan la salud y traen larga vida. La persona alegre tiene el don de alegrar el ambiente donde vive. “El buen humor nos salva de las manos del doctor”. La alegría es salud y terapia. Dr. Dráuzio Varella. (Por Carlos Gutiérrez)
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