Brasil en el Consejo de Seguridad
Brasil sumó hoy una victoria más a su palmarés en la esfera internacional con su elección como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, que sitúa al gigante suramericano en los próximos dos años en el seno del órgano de seguridad más relevante de la política mundial. La candidatura brasileña, sin competencia de ningún otro país de la región, tuvo el respaldo de 182 de los 190 miembros de la ONU que participaron en la votación, mientras que otros siete se abstuvieron y Venezuela obtuvo uno, pese a no ser candidata.
Además de Brasil, también fueron elegidos sin oposición en sus respectivos grupos regionales Nigeria, Gabón, Líbano y Bosnia.
La embajadora de Brasil ante la ONU, María Luiza Ribeiro Viotti, reconoció que su país ha tenido buenos resultados en los últimos años en el ámbito internacional, luego de la reciente selección de Río de Janeiro como sede de los Juegos Olímpicos de 2016 y la concesión de la organización del Mundial de Fútbol de 2014.
"Son logros muy positivos, y trabajaremos para merecer muchos más", aseguró con una sonrisa la representante diplomática, que agradeció la confianza que la Asamblea General ha depositado en su país.
Destacó que Brasil pueda aportar al Consejo de Seguridad la experiencia adquirida en el proceso de integración regional suramericano, en la jefatura militar de la misión de la ONU en Haití (MINUSTAH), así como en el progreso económico que ha experimentado en los últimos tiempos, pese a la crisis global.
Asimismo, Ribeiro Viotti expresó el deseo de que "no sea necesario" incluir la crisis que atraviesa Honduras en la agenda del máximo órgano de las Naciones Unidas.
"Hay necesidad de estimular las conversaciones, y eso ya está pasando. Hubo una misión de la OEA (Organización de Estados Americanos) en Honduras, los esfuerzos siguen, así que esperamos que no sea necesario que el Consejo vuelva a tratar el tema", apuntó.
La embajadora precisó que el órgano celebró una reunión el mes pasado sobre la crisis hondureña por el temor puntual de Brasilia por la seguridad de su embajada en Tegucigalpa, en la que se encuentra refugiado el depuesto presidente, Manuel Zelaya, desde el pasado 21 de septiembre.
Esta elección de los nuevos miembros del Consejo de Seguridad ha sido la primera con candidatos de consenso en todos los grupos regionales que conforman la Asamblea General, según la publicación especializada Security Council Report.
Por su parte, Brasil contaba con el respaldo del Grupo de Países de Latinoamérica y Caribe de la ONU (Grulac), lo que prácticamente aseguraba su elección para sustituir a Costa Rica en uno de los dos puestos reservados a la región. El otro lo ocupa México hasta el año que viene.
Su elección al órgano más poderoso de la ONU también es visto como una oportunidad para el gigante suramericano de avanzar en su vieja aspiración de convertirse en miembro permanente del mismo.
"Vamos actuar en un sentido que pueda demostrar que nuestra presencia a más largo plazo, como miembro permanente, puede agregar fuerza y legitimidad al Consejo", manifestó la diplomática.
Tras su último paso en 2004-2005, esta será la décima vez que la delegación brasileña forme parte del máximo órgano de la ONU, en el que acumula 18 años de experiencia desde que se integró al organismo como uno de sus miembros fundadores.
"Creo que el año que viene vamos a tener un Consejo de Seguridad todavía más fortalecido, con la presencia de dos países extensos, como Brasil y Nigeria, y otros dos países, Líbano y Bosnia, que han sufrido conflictos, y pueden aportar su experiencia", valoró a la salida de la reunión el embajador británico ante la ONU, John Sawers.
El ministro de Asuntos Exteriores bosnio, Sven Alkalaj, resaltó que la entrada por primera vez de su país en el Consejo es una medida "del largo camino que ha recorrido Bosnia desde que era uno de los asuntos" que trataba con regularidad el órgano responsable de la seguridad internacional al principio de los años noventa.
Aseguró que su país tiene como meta en estos dos próximos años impulsar el uso de la diplomacia preventiva para "nunca más permitir" conflictos como los que siguieron al desmembramiento de la antigua Yugoslavia.
La Asamblea General renueva cada año cinco de los diez puestos no permanentes del Consejo de Seguridad, que se dividen por regiones geográficas entre Europa Occidental, Europa Oriental, África, Asia y América Latina y el Caribe.
A esos diez miembros se suman los cinco permanentes, que son Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido y China, y que tienen derecho de veto.
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