Guatemala: Colom se congratula por las capturas y confía en que prevalezca la verdad y la justicia

El presidente de Guatemala, Álvaro Colom, se congratuló hoy por la captura de siete hombres señalados como los autores materiales del asesinato del abogado Rodrigo Rosenberg, crimen en el que ha sido implicado. "En el Gobierno vemos con buenos ojos (las capturas). Estamos seguros que la verdad y la justicia van a prevalecer" en este caso, dijo el mandatario en una rueda de prensa ofrecida en la Casa Presidencial.
El mandatario señaló que "hay que dejar al sistema de justicia que termine su trabajo", que, precisó, apenas está empezando.
Las fuerzas de seguridad de Guatemala en coordinación con la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) y la Fiscalía detuvieron hoy a siete hombres bajo la acusación de ser los "autores materiales" del asesinato de Rosenberg.
El jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), el español Carlos Castresana, aseguró con absoluta contundencia que "hoy se ha detenido a los autores materiales del asesinato del abogado".
Aclaró que aún está pendiente llegar "hasta los responsables intelectuales e intermedios".
Al respecto, Colom dijo que confía en el sistema de Justicia del país, y subrayó que "hay que dejar que llegue al final" la investigación, y que las personas que resulten responsables sean llevadas a juicio.
Las siete personas capturadas, según la Cicig, forman parte de una banda criminal dedicada al narcotráfico, secuestro, extorsiones y "sicariato", y que está integrada en su mayoría por miembros de la Policía Nacional Civil (PNC) de Guatemala, y al menos un ex integrante del Ejército.
Rosenberg, de 47 años, asesinado a tiros el pasado 10 de mayo, en un barrio residencial del sur de la capital guatemalteca, en un vídeo grabado dos días antes de su muerte, responsabilizó de ésta al presidente Álvaro Colom y su esposa, Sandra Torres.
En la filmación también señalaba como responsables al secretario privado de la Presidencia, Gustavo Alejos, y a un grupo de empresarios y banqueros cercano al Gobierno.
Los señalamientos desataron una de las más graves crisis políticas que ha vivido Guatemala, y suscitó la polarización de la sociedad entre quienes exigían la renuncia de Colom para que fuera procesado ante la Justicia, y los que apoyaban su inocencia.
El Gobierno negó las acusaciones y aseguró que todo se trataba de una conspiración en su contra, orquestada por grupos interesados en desestabilizar el país.