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CAUSA ABIERTA

Barack Obama, el Kennedy negro

Barack Obama, el Kennedy negro

El presidente de EE.UU., Barack Obama, despidió hoy "al más grande legislador de nuestros tiempos", el senador Edward Kennedy, el último de un extraordinario trío de líderes políticos que muchos creen que tiene en Obama a un sucesor. El poderoso clan familiar carece de un heredero capaz de asumir su legado político entre sus miembros más jóvenes, lo que, según los expertos, habría llevado a Kennedy a pasar la antorcha a Obama. El mandatario, que pronunció hoy un panegírico durante el funeral de Kennedy en Boston, en el que celebró su fortaleza frente a la adversidad, su entrega a los más necesitados y sus triunfos legislativos, encarna como nadie el idealismo, pasión y liderazgo que han convertido en leyenda al "clan" de origen irlandés. La sintonía entre el inquilino de la Casa Blanca y los Kennedy quedó clara hoy durante el funeral en Boston, en el que Obama fue la única persona ajena a la familia en recordar la figura del senador, a quien se refirió como "compañero, mentor y sobre todo amigo". La amistad de Edward Kennedy y Obama comenzó a fraguarse a la llegada del entonces joven senador de Chicago a Washington en 2005. El asesor de Obama, David Axelrod, describió esta semana la relación entre ambos como "un vínculo cálido y personal entre el sabio león y un joven líder en el que Kennedy vio dotes especiales de liderazgo". El momento crucial en esa amistad se produjo en enero de 2008, cuando durante la dura pugna que mantenían por la candidatura presidencial demócrata Obama y Hillary Clinton, Kennedy dio al senador de Chicago su bendición. "Recuerdo otro momento como este, en la década de los 60, cuando llegué al Senado con 30 años", dijo Kennedy en un discurso en el que trazó paralelismos entre Obama y su hermano el presidente John Fitzgerald Kennedy (JFK), asesinado en 1963. "Teníamos un nuevo presidente que inspiró al país, sobre todo a los jóvenes, a alcanzar una nueva frontera. Sé que EE.UU. puede lograrlo, lo hemos visto, lo hemos vivido y con Barack Obama volveremos a hacerlo", afirmó entonces el senador, que falleció el martes a los 77 años a raíz de un cáncer cerebral. Durante aquel discurso, Kennedy rechazó la validez del principal argumento de Hillary Clinton contra Obama: el de que no estaba preparado para liderar. "Obama está listo para ser presidente desde el primer día", afirmó el congresista, que será enterrado hoy junto a sus hermanos John y Robert Kennedy, también asesinado. Para Douglas Brinkley, historiador de la Universidad Rice (Texas), "en ese famoso momento, cuando Kennedy respaldó a Obama, le transfirió la antorcha del legado" familiar. El experto dijo esta semana a la cadena de televisión CNN que no está claro que Obama hubiera ganado sin ese respaldo. A ese momento, le sucedió otro igualmente simbólico, durante la Convención Demócrata en Denver (Colorado) en agosto de 2008, cuando Kennedy desafió su enfermedad para dar un nuevo espaldarazo al carismático aspirante presidencial demócrata. "He venido a unirme a ustedes para cambiar Estados Unidos, recuperar su futuro, elevarnos hacia nuestros mejores ideales y elegir a Barack Obama" como presidente, dijo Kennedy entre los vítores de miles de asistentes. "Al dar a Barack Obama la corona de los Kennedy, creo que (Ted) estaba transfiriéndole su legado, diciéndole: "Es tuyo ahora. Conviértete en la inspiración de la nueva generación"", afirmó ayer la politóloga estadounidense Wendy Schiller, en declaraciones al periódico canadiense Globe and Mail. Caroline Kennedy, única hija viva de JFK, dice no tener duda de que Obama prolongará el legado de su familia. "Creo que nos motivará como lo hizo el presidente Kennedy", aseguró en una entrevista con EFE en octubre pasado Caroline Kennedy, quien ve en Obama "la misma clase de compromiso, pasión y liderazgo" que veía en su padre.

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