Un muerto y dos heridos graves por la explosión de gas en una vivienda de Granada

La casa quedó en los huesos tras la explosión. Un esqueleto de cemento surgió del número 47 de la calle cardenal Parrado, de Granada, cuando, poco antes de las 9 de la mañana, estalló la bombona. La deflagración se cobró la vida de un hombre de 58 años y dejó malheridas a otras dos personas. La onda expansiva fue de tal magnitud que desplazó enseres hasta una calle próxima. Produjo también daños en un par de viviendas colindantes y en ocho vehículos. La vivienda, ubicada en el barrio de la Cartuja de la capital granadina, era nueva, de dos plantas. Aunque mantiene sus pilares, su futuro más probable es la demolición. Técnicos municipales analizaron si la estructura del inmueble estaba afectada por la explosión, originada presuntamente por la acumulación de gas. Este es al menos el punto de partida de la investigación de los agentes de la policía judicial encargados de descubrir las causas del siniestro. Al parecer, un técnico del servicio de gas butano manipulaba la bombona que estalló. El operario, de 60 años, fue trasladado con heridas y quemaduras en la cara y en el tórax de consideración a la unidad de cuidados intensivos del hospital de traumatología de Granada. En el mismo centro ingresó una joven de 32 años, hija de la víctima mortal del siniestro, que fue operada por un factura en la pierna. Su estado es grave, aunque evoluciona favorablemente. Padre e hija residían en el inmueble destrozado. El efecto de la explosión provocó que varios objetos procedentes del interior de la casa volaron hasta la calle García Maroto, adyacente a la del cardenal Parrado. La vía se llenó de cascotes, sobre los que anduvieron los asustados vecinos y transeúntes hasta que la policía, que actuó con celeridad, acordonó la zona. (abcdesevilla)