"Hola" y "Adiós", las dos únicas palabras que pronunciaban las dos chicas chinas asesinadas en Pontevedra
Las dos chicas no decían otra cosa que hola y adiós. Apenas llevaban dos meses viviendo de alquiler en el tercer piso de la calle Amado Carballo, en pleno centro de Pontevedra, a escasos 50 metros de la iglesia Virgen del Camino y muy próximo al hospital provincial. Ayer, un amigo que se inquietó después de reparar en que llevaba sin verlas desde el pasado sábado, dio la voz de alarma al Cuerpo Nacional de la Policía. Los agentes entraron en el piso provistos de mascarillas y se toparon con el crimen al descubrir los cuerpos, ambos amordazados y uno de ellos cubierto por una sábana. Este tranquilo y céntrico barrio de Pontevedra se desayunaba ayer con la noticia de que dos jóvenes de origen chino habían aparecido muertas. Nadie vio nada ni tampoco oyó nada. Nunca observaron movimientos extraños y ninguno de los aproximadamente veinte vecinos del edificio en el que vivían las chicas asiáticas había hablado nunca con ellas. Uno de los residentes en el edificio explicó que un hombre comparía el mismo piso con las dos mujeres y que casi siempre iban por la calle en compañía de un grupo de asiáticos, todos jóvenes. Casi estaba anocheciendo y los cadáveres aún permanecían en el interior de la vivienda, con las persianas completamente bajadas. Se estaba esperando la llegada desde Madrid de una brigada de refuerzo de la policía científica que iba a hacerse cargo de la investigación. Sólo la juez de guardia de Pontevedra accedió al lugar de los hechos a media mañana, para abrir las diligencias y facilitar la investigación a la policía judicial. La espera por los refuerzos de Madrid retrasó más de siete horas el inicio de las pesquisas. Nadie podía tocar nada, incluso en un primer momento la policía creyó que una de las víctimas era un hombre, porque tenía el rostro cubierto por una sábana. A la espera de que se complete la identificación de los cuerpos y del resultado de las autopsias (que se realizarán en el hospital provincial, muy próximo a la vivienda donde residían las víctimas), los investigadores de la policía mantienen abiertas todas las hipótesis sobre el móvil del doble crimen. Las fuentes policiales consultadas indicaron que las víctimas pueden tener entre 25 y 45 años, y que probablemente llevaban varios días muertas. Se desconoce si ambas mujeres se encontraban en situación regular en España, y si se dedicaban a la prostitución, tal y como aseguraron ayer algunos vecinos de la zona. La policía ni siquiera descarta que se trate de un nuevo caso de violencia machista o que el suceso pudiera encajar con un ajuste de cuentas relacionado con las redes de narcotráfico y prostitución, incluso con la mafia china. "Lo único claro es que se trata de dos muertes violentas, probablemente por estrangulamiento, porque no se han hallado restos de sangre", comentó un portavoz autorizado del Cuerpo Nacional de Policía. Con este suceso son ya seis las personas que han muerto de forma violenta en Galicia en la última semana, en tres crímes dobles. El pasado jueves, fueron localizados los cadáveres descuartizados de dos hombres en una fosa séptica en una casa abandonada de Fonteculler, en el municipio coruñés de Culleredo. Fueron detenidas nueve personas, presuntos integrantes de varias bandas que se dedicaba al trapicheo de drogas y al asalto a domicilios particulares. Tres días después, un matrimonio de Taboadela, en Ourense, fue tiroteado en su domicilio. La hija de la pareja descubrió los cuerpos, y aún se desconoce el móvil y el autor o autores. (El País de Madrid)
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