Otra de Silvio: los médicos italianos podrán denunciar a los clandestinos por peligro de carácter sanitario

El jefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi confirmó ayer viernes que el Parlamento va a levantar la obligación a los médicos de mantener el secreto profesional cuando el paciente es un inmigrante clandestino. En una conferencia de prensa, Berlusconi explicó que los médicos "van a tener la posibilidad de denunciar a las personas que emigran a Italia en forma ilegal, algo que hasta ahora estaba prohibido", dijo. La medida ya fue aprobada por el Senado y deber ser sometida a votación en la Cámara de Representantes. Los médicos deberán apelar a la "propia conciencia", aseguró el jefe de gobierno conservador, sobre todo en los casos que perciban "un peligro de carácter sanitario".

La medida fue propuesta en el Parlamento por La Liga Norte, el partido populista contrario a la inmigración y principal aliado de Silvio Berlusconi. La norma suscitó protestas de asociaciones de médicos, así como de organizaciones católicas. Para el presidente de la Asociación de Médicos católicos, Vincenzo Saraceni, se trata de una medida "completamente inoportuna". "Es impensable que un médico que atiende y cura a un enfermo, lo denuncie después porque es un inmigrante clandestino", declaró a Radio Vaticano.

"El nivel de civilización de un país se mide en base a la asistencia que ofrece a las personas más vulnerables y débiles", subrayó Mariano Crociata, secretario de la Conferencia Episcopal Italiana. El temor para muchos es que los indocumentados afectados por enfermedades no se curen y se desate un clima de "miedo" entre los inmigrantes. La asociación de pediatras teme que "miles de niños se vuelvan invisibles, nazcan en la clandestinidad y no sean vacunados".