Un terrorista vestido de senador
El senador Julio María Sanguinetti sueña y lo expresa públicamente con un desembarco de los marines, sea por el Pacífico o por el Atlántico, para enfrentar el populismo y los peligros que corre América Latina.
En un artículo publicado en The Wall Street Journal, de Estados Unidos, él y otros cuatro ex presidentes, entre ellos el falangista José María Aznar, bajo el título "Vivimos en un mundo peligroso", coloca a los países de la región en una situación similar a las huestes de Osama Bin Laden. Dice don Julio y sus adláteres " el fallecimiento del comunismo era un paso adelante en la causa de la libertad. Pero la historia ha vuelto. Los viejos enemigos de sociedades libres y abiertas plantean nuevos desafíos al mundo".
En buen romance, Sanguinetti se refiere, obviamente, al militar venezolano Hugo Chávez, al indio boliviano Evo Morales, al metalúrgico Ignacio Lula Da Silva y al tupamaro José Mujica, posible futuro presidente uruguayo. Estos "enemigos de las sociedades libres" deben ser fichados por los servicios de la CIA para eventuales incursiones correctivas por parte del Pentágono.
Da asco. Sanguinetti agrega "somos amigos de los Estados Unidos. Admiramos el compromiso largo y firme de los americanos a los valores de libertad, democracia y dignidad individual. Cuando servimos a nuestros países, hicimos todo lo posible por reforzar los lazos hemisféricos y transatlánticos con EE UU". Aunque de asco tiene razón, no hay que olvidar que él fue siempre un "demócrata que luchó a brazo partido" contra el "Plan Cóndor", exterminio que le tendió la mesa para acceder a la primera magistratura.
En lugar de decir que le parece maravilloso que un negro acceda a la Casa Blanca, Sanguinetti, al igual que lo hace cuando escribe sobre Harry Potter o el Señor de los Anillos, utiliza giros idiomáticos para alabar a los americanos que por lo menos, hasta ahora, bombardean sin piedad naciones enteras en busca de petróleo y otras riquezas. Así se expresa el inventor del inservible Círculo de Montevideo: Hace unas semanas, los americanos celebraron sus elecciones presidenciales número 56. La libertad de los americanos para expresar su voluntad por el proceso democrático ha demostrado al mundo una vez más que los logros de una gran nación se basan en el fuerte respeto a los principios de pluralismo, de libertad de opinión y de la autoridad de la ley.
Hemos creído siempre que las relaciones cercanas entre naciones democráticas no son sólo buenas bilateralmente sino también globalmente. La amistad, el respeto, la cooperación y el comercio entre democracias promueven la prosperidad, animan la estabilidad y refuerzan la libertad".
Sanguinetti advierte: "el presidente electo Barack Obama y su nueva administración y congreso harán frente a desafíos y a amenazas difíciles. Sus decisiones y acciones desempeñarán un papel decisivo en la promoción de la democracia y de la prosperidad a través del mundo".
De esa manera le dice a Obama que pare bien la oreja y que consulte con los que conocen las penurias de América Latina, o sea él o Aznar.
Chocolate por la noticia. Sanguinetti y los suyos informan "ahora, estamos experimentando una crisis financiera de dimensiones sin precedentes". Los ex presidentes firmantes opinan que "en este mundo globalizado, cooperación, liderazgo, honradez intelectual y valor político se requieren más que nunca". Y nos preguntamos, por qué ellos no predicaron con el ejemplo. Por qué Sanguinetti nunca levantó un dedo para buscar a cientos de desaparecidos en su país. Por qué Aznar fue el primero en mandar sus tropas a invadir Irak.
Sanguinetti vuelve por sus fueros y va nuevamente al grano de lo que le interesa al decir "la historia demuestra que siempre que en América Latina se ha descuidado la causa de la libertad, se ha minado la prosperidad. Por lo tanto, es esencial que las naciones que abrazan los principios de la libertad y de la democracia se unan para hacer frente a las amenazas de la seguridad de hoy. Vivimos en un mundo peligroso. El fallecimiento del comunismo era un paso adelante en la causa de la libertad. Pero la historia ha vuelto.
Los viejos enemigos de sociedades libres y abiertas plantean nuevos desafíos al mundo. El terrorismo continúa planteando una amenaza a la civilización y a la paz. El islamismo es un modelo y un yugo para millones de personas. La utopía regresiva se está separando en muchos países latinoamericanos a través de una onda del populismo. El nacionalismo y el fanatismo religioso continúan alimentando conflictos y la inestabilidad. Los enemigos de la libertad que comparten visiones antioccidentales ahora están formando nuevas alianzas.
Los derechos y las libertades están disminuyendo progresivamente dentro de algunos países latinoamericanos, mientras que se están poniendo en ejecución duras políticas exteriores como medio de aumentar influencia y de debilitar al enemigo común: el oeste. Los latinoamericanos deben continuar trabajando con sus socios y amigos americanos para asegurar la protección de la democracia y de otras instituciones civiles. Debemos promover una transición a la democracia en Cuba y dirigir nuestros esfuerzos para evitar el resurgimiento de regímenes autoritarios".
En ese largo párrafo Sanguinetti dice cosas terribles, propias de una mente diabólica. No respeta a nadie ni a nada. Dice que el islamismo es un modelo y un yugo. La confusión de ex profeso con el fundamentalismo es un acto de terror, es como condenar al pueblo judío, porque entre ellos existan asesinos. Islam es una palabra Árabe que significa paz, pureza, aceptación y compromiso. Como una religión, el Islam lleva por completo la aceptación y el sometimiento a la enseñanza y consejo de Dios.
Tiene la audacia de hablar de Cuba, la osadía de poner en pie de igualdad a Evo Morales y a Lula con los fundamentalistas islámicos y solicitar desembozadamente la intervención para derrocar a Chávez. No tiene problema alguno en desatar una guerra entre Occidente y Oriente.
Para finalizar, su inescrupulosidad llega a límites intolerables cuando se conduele "la pobreza es una realidad dolorosa en muchos países. Millones de personas no tienen acceso al cuidado médico o a la educación. Esto es inaceptable. Creemos firmemente que las ventajas de la globalización deben estar disponibles para todos. Hemos encontrado en nuestros propios países que la consolidación de las instituciones democráticas, el buen gobierno, y abrir nuestras fronteras para negociar es la mejor manera de mejorar condiciones sociales y el bienestar económico.
América Latina tiene mucho que ganar en el libre comercio. Satisfactoriamente la negociación de acuerdos de libre comercio ayudará a traer el progreso y la prosperidad a los países latinoamericanos, así como alrededor del globo." Justo él, defensor acérrimo del neoliberalismo que destruyó fábricas y construyó millares de ranchos. Como es agnóstico, Dios no lo puede perdonar.
Que así sea.
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