"Como Hitler en 1933": El "autogolpe" en Turquía
¿Por qué el intento de golpe de Estado en Turquía pareció estar tan mal preparado? ¿Por qué aparentemente no hubo apoyo de los altos mandos militares? ¿Por qué no aislaron al presidente Recep Tayyip Erdogan inmediatamente?
Estas son algunas de las grandes interrogantes que se han planteado después de que fuera sofocado el levantamiento del viernes por la noche contra Erdogan.
Mientras el gobierno de Turquía asegura que el país ha regresado a la normalidad, sigue imponiendo medidas severas contra los que señala de ser simpatizantes del alzamiento militar.
Los adeptos del presidente Erdogan se agrupan en sitios públicos para manifestar su apoyo al gobierno y clamar por el retorno de la pena de muerte para los golpistas.
Al mismo tiempo, surgen diversas teorías sobre los motivos y la autoría del fallido golpe. Algunas, particularmente entre grupos seculares en Turquía, señalan la posibilidad de que se trató de un montaje o autogolpe.
"Golpe kamikaze"
Entre sus razones para hablar de golpe simulado, está que no todos los miembros de las fuerzas armadas se unieron a los golpistas.
Era obvio que no contaban con suficiente apoyo, así que ¿por qué lanzar un golpe de Estado si no existía posibilidad de éxito?
Las fuerzas golpistas dispararon a los civiles. "En ningún golpe anterior en Turquía se ha visto semejante situación", comentó Ebru Dogan, editora del Servicio Turco de la BBC.
"¿Cómo pretendían ganarse el apoyo del pueblo matando gente?", se preguntó.
Por otra parte, los golpistas no sitiaron ninguno de los lugares de la autoridad civil, ni atacaron a tiempo el hotel donde estaba veraneando el presidente Erdogan.
Si lo primero que hay que hacer en un golpe de Estado es neutralizar el liderazgo del gobierno, los alzados en Turquía no lo hicieron.
"Todo tiene aspecto de un operativo mal planeado y mal ejecutado. Hasta lo están llamando un 'golpe kamikaze'", afirmó Dogan.
La sensación de un "fracaso anunciado" es el argumento más fuerte de aquellos que creen que se trató de una estrategia del mandatario para ganar más poder, especialmente ahora que Erdogan ha salido fortalecido.
A esas voces se unió el disidente y exiliado clérigo Fethullah Gülen a quien el propio Erdogan acusó de ser autor intelectual del conato de golpe.
Hablando con periodistas desde su residencia en Pensilvania, Estados Unidos, Gülen no sólo rechazó las acusaciones de tener una mano en el levantamiento pero insinuó que bien pudo tratarse de un autogolpe.
"Existe la posibilidad que pudo ser un montaje y que pudo tener la intención para hacer más acusaciones contra gulenistas y militares", expresó.
El clérigo dirige desde el exilio un movimiento popular llamado Hizmet. Gülen fue anteriormente un aliado de Erdogan y su partido AKP, pero rompió relaciones tras un escándalo de corrupción en 2013 y se convirtió en su acérrimo rival.
El movimiento Hizmet cuenta con un considerable apoyo popular dentro de Turquía, tanto a nivel social como religioso. Erdogan lo señala como un movimiento que busca crear un "Estado paralelo" y ha ordenado el cierre de varias escuelas e institutos gulenistas.
Durante una alocución pública el sábado, Erdogan instó al presidente Barack Obama a arrestar y deportar a Gülen.
En sus declaraciones desde Pensilvania, Gülen especuló sobre las represalias que se estarían tomando contra los supuestos líderes del fallido golpe y comparó las tácticas de Erdogan con las de Hitler, que en 1933 utilizó el incendio del Parlamento alemán como pretexto para suspender las libertades civiles, arrestar a la oposición y eliminar rivales.
Varios usuarios de las redes sociales han hecho eco de esta observación, aludiendo la oportunidad que el presidente turco tiene ahora de purgar las fuerzas militares e incrementar su poder en el país.
Golpe apresurado
Pero hay argumentos igualmente válidos para sustentar que, efectivamente, hubo un complot militar que falló por falta de preparación.
Ezgi Bazaran, periodista y académico turco invitado a la Universidad de Oxford, escribe en el sitio en inglés de la BBC que los eventos del 15 y 16 julio fueron demasiado lejos para considerarlos un "montaje".
Bazaran dice que hay otra teoría que "proviene de una fuente policial".
Esta dice que los planes para un golpe de Estado estaban sobre la mesa pero que el gobierno del AKP ya había dado la orden para arrestar a elementos militares partidarios de Gülen el 16 de julio y acusarlos de espionaje.
La fuente asegura que los líderes del complot se enteraron de esa orden y decidieron lanzar el golpe antes de lo anticipado, lo que explica su pobre ejecución.
Pudo ser una situación de "ahora o nunca", añadió Ebru Dogan del Servicio Turco de la BBC.
"Los golpistas pudieron pensar que el jefe del Estado Mayor Conjunto -que no tuvo cartas en el asunto- les hubiera brindado apoyo una vez la acción hubiera progresado, pero no fue así", dijo Dogan.
Este lunes, el exgeneral Gen Akin Ozturk es uno de los militares de alto rango acusado de traición, fue presentado ante un tribunal, donde negó las acusaciones de organizar el intento de golpe de Estado.
"Un regalo de Dios"
Ebru Dogan del Servicio Turco de la BBC, también dio una explicación de por qué los militares sublevados no pudieron rodear y asilar a Erdogan.
Resulta que el hotel donde el presidente estaba descansando se había mantenido en secreto. Para cuando las fuerzas golpistas se enteraron del paradero de Erdogan, ya era muy tarde.
"Un alto general", dijo nuestra colega del Servicio Turco, "llamó a Erdogan para decirle que se fuera a Ankara donde le podía garantizar su seguridad".
El presidente salió a bordo en uno de tres aviones que tomaron vuelo para minimizar la posibilidad de que fuera derribado por artillería antiaérea.
"Un montaje de golpe, si lo hubo, también puede ser algo muy riesgoso", concluyó Ebru Dogan.
Cualquiera que sea la teoría, lo cierto es que Recep Tayyip Erdogan ha salido fortalecido tras el frustrado golpe.
Ya cuenta con asidero suficiente para efectuar una purga de los burócratas y militares opositores, así como el cierre de universidades y medios de comunicación críticos del gobierno.
Erdogan mismo declaró que el intento de golpe ha sido "un regalo de Dios" que le ha dado "la razón para limpiar el ejército".
Esos operativos ya ha empezado con el arresto de unos 6.000 miembros del poder judicial y del ejército, incluyendo generales.
Según los más recientes informes, casi 8.000 agentes de la policía fueron suspendidos bajo sospecha de tener vínculos con el levantamiento del fin de semana.
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