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CAUSA ABIERTA

Las mujeres blancas están muriendo de manera prematura en EEUU

Las mujeres blancas están muriendo de manera prematura en EEUU

Las mujeres de raza blanca o anglosajona han estado muriendo de forma prematura a mayores tasas desde el comienzo del nuevo siglo, al hacerlo en sus 30, 40 y 50 años durante una lenta crisis provocada por el declive de la salud en las pequeñas ciudades de Estados Unidos, según un análisis de estadísticas de la salud y la mortalidad nacional realizado por The Washington Post.

Entre las afroamericanas, las hispanas e incluso las estadounidenses blancas de mayor edad, las tasas de mortalidad han seguido en descenso. Pero para las mujeres blancas que están en lo que debería ser el mejor momento de sus vidas, las tasas de mortalidad han aumentado.

En uno de los grupos más afectados, las mujeres blancas de zonas rurales que se encuentran cerca de sus 50, la tasa ha crecido en un 30 por ciento.

Beverly Layman, de 58 años, murió en marzo debido a las complicaciones que se presentaron tras sufrir una falla de riñón. Su organismo se deterioró debido al consumo prolongado de alcohol, analgésicos, medicinas contra la anxiedad y drogas ilícitas.

Brecha entre zonas rurales y urbanas

Los análisis del Post, que se basan en investigaciones académicas publicadas el año pasado, muestran una clara división en la salud de las estadounidenses urbanas y rurales, con la brecha ampliándose dramáticamente entre las blancas. Las estadísticas revelan dos Estados Unidos en divergencia, ninguno tan saludable como debería ser, pero uno mucho más enfermo que el otro.

En los tiempos actuales, es extremadamente raro que aumenten las tasas de mortalidad y generalmente esto ocurre en países en crisis, como Rusia inmediatamente después del colapso de la Unión Soviética. En países ricos, las personas generalmente disfrutan vidas cada vez más largas, gracias a mejores tratamientos contra el cáncer, medicamentos que reducen el colesterol y el riesgo de infartos, menos accidentes automovilísticos fatales y menos crimen violento.

Pero el progreso para las estadounidenses blancas de edad media se reduce en muchos lugares –y se ha detenido por completo en ciudades pequeñas y en los grandes espacios abiertos del país. Lo que reduce el riesgo de muerte es ahora superado por otros factores que lo aumentan, como el abuso de opiáceos, el gran consumo de alcohol, fumar y otros comportamientos autodestructivos.

Los hombres blancos también mueren en tasas inesperadamente altas en la mediana edad. Pero los cambios más extremos en mortalidad han ocurrido en las mujeres blancas, quienes son mucho más propensas que sus abuelas a ser fumadoras, sufrir obesidad o tomar bebidas alcohólicas hasta morir.

Las mujeres blancas aún viven más que los hombres blancos y los afroamericanos de ambos sexos. Pero para las generaciones de mujeres blancas que han llegado a la mayoría de edad desde la década de 1960, esa ventaja de salud parece estar evaporándose.

Este cambio puede estar alimentando el enojo entre los votantes blancos. El Post encontró el mes pasado una correlación entre los lugares con altas tasas de mortalidad de blancos y el apoyo al candidato presidencial republicano Donald Trump.

Expertos de salud pública afirman que la creciente tasa de muerte de personas blancas refleja una crisis de salud más amplia, la cual ha convertido a Estados Unidos en la nación rica menos saludable del mundo en los últimos 20 años. La razón de que estas muertes de mujeres blancas son tan llamativas, según estos expertos, es que anteriormente los miembros de este grupo relativamente privilegiado tenían menos probabilidades de morir prematuramente.

Washington Post encontró el mes pasado una correlación entre los lugares con altas tasas de mortalidad de blancos y el apoyo al candidato presidencial republicano Donald Trump

Laudy Aron, investigador del Instituto Urbano, dijo que las tasas crecientes de muertes de personas de raza blanca muestran que el aumento de las muertes en general en Estados Unidos no es causado simplemente por mala salud en comunidades históricamente empobrecidas.

“No se puede explicar simplemente como: ‘Son esa gente de ese grupo que están lastrándonos’ ”, dijo Aron. “Todos estamos yendo para abajo”.

Para este artículo, The Post examinó los certificados de defunción de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, desglosando la información geográficamente, condado por condado, por nivel de urbanización y causa de la muerte.

Las grandes ciudades y sus suburbios –áreas metropolitanas de más de 1 millón de personas– tenían un aspecto radicalmente diferente del resto del país. The Post dividió estas poblaciones en categorías urbanas y rurales, en la que la población rural abarcaba las ciudades de menor tamaño así como los pueblos pequeños y los lugares más remotos.
Factores en el declive de la salud

Las estadísticas muestran un descenso en la salud de todas las mujeres blancas desde el 2000. La tendencia fue particularmente drástica para las mujeres en las áreas más rurales. Allí, por cada 100,000 mujeres de cerca de 50 años, 228 murieron a comienzos de este siglo. En la actualidad, están muriendo 296. Y en las áreas rurales el aumento de la mortalidad se notó incluso antes, ya en 1990. Desde entonces la tasa de mortalidad de las mujeres blancas rurales de mediana edad ha aumentado en casi un 50 por ciento.

En los lugares más afectados –21 condados en los estados del Sur y el Midwest– la tasa de mortalidad se ha duplicado o ha aumentado aún más desde comienzos de siglo para las mujeres blancas de edad mediana.

Múltiples factores convergen para producir esta corrosión de la salud en Estados Unidos. El más sobresaliente es una epidemia de sobredosis de opiáceos y heroína que ha sido particularmente devastadora en comunidades obreras y rurales.

El cáncer de pulmón es ahora una causa de mortalidad mucho mayor entre las mujeres que el cáncer del seno

Otro factor es el alcoholismo. Las muertes de mujeres blancas rurales de poco más de 50 años de cirrosis hepática se ha duplicado desde finales del siglo XX, concluyó The Post.

Los suicidios también han aumentado. La tasa de suicidios está aumentando para las mujeres blancas de todas las edades, y ha subido en más del doble para las mujeres blancas rurales de los 50 a los 54 años.

Otras tendencias podrían estar contribuyendo a esta mortalidad, incluyendo la obesidad. Los estadounidenses son las personas con más sobrepeso del mundo aparte de unas pocas naciones de las islas del Pacífico; más de un tercio de los adultos en Estados Unidos se consideran obesos. La mujer estadounidense promedio actual pesa tanto como el hombre estadounidense promedio a principios de la década de 1960.

La obesidad causa tipos particulares de enfermedades hepáticas, y puede ser letal en combinación con otros padecimientos, como la diabetes, los ataques al corazón y los derrames cerebrales.

“Trato de enfatizar que no se trata sólo de la mortalidad, sino de la mala salud”, dijo Anne Case, economista de la Universidad de Princeton y autora principal del publicitado estudio que atrajo la atención general el año pasado sobre la mortalidad de las personas blancas de edad mediana, en particular aquellas con un nivel de secundaria o menos. “Hay millones de personas por debajo de estas gráficas que están enfermas”.
El doble papel de la mujer

Investigadores señalan que esta generación de mujeres blancas ha experimentado un cambio revolucionario en los roles de género durante el último medio siglo, con una creciente presencia en la fuerza de trabajo pero conservando sus deberes tradicionales con respecto a las tareas domésticas, un doble papel al que muchas mujeres de color han estado acostumbradas hace ya mucho. Las mujeres blancas se encuentran a menudo acosadas de modos que sus abuelas nunca hubieran podido imaginar.

“Creo que estamos sufriendo un cambio comparable con la Revolución Industrial”, dijo Aron. “Aquellos de nosotros que tenemos la fortuna de tener empleo estamos agarrándonos de ellos como de un clavo ardiente”.

En medio de estos cambios sociales, las mujeres estadounidenses tienen ahora más probabilidades, colectivamente, de conductas peligrosas, según expertos de salud. Hay una diferencia cada vez menor, por ejemplo, entre hombres y mujeres en el consumo de alcohol, dijo George Koob, director del Instituto Nacional de Abuso del Alcohol y Alcoholismo.

Las mujeres de mediana edad tienen además más probabilidades de fumar o de haber fumado en algún momento de sus vidas, y las enfermedades relacionadas con el tabaco son un factor muy importante en la mortalidad femenina. Cuando los hombres empezaron a dejar los cigarrillos en grandes cantidades en las décadas de 1960 y 1970, la brecha entre los fumadores de ambos sexos casi desapareció.

El cáncer de pulmón es ahora una causa de mortalidad mucho mayor entre las mujeres que el cáncer del seno.

Una teoría sobre lo que está causando el aumento de la mortalidad entre las personas de raza blanca es la hipótesis de “expectativas fallidas”. Según el sociólogo de la Universidad Johns Hopkins Andrew Cherlin, las personas de raza blanca se sienten ahora más pesimistas que sus antecesores con relación a sus oportunidades de progreso en la vida. Además, se sienten más pesimistas que sus coetáneos negros e hispanos.

“La idea de que la generación actual prosperará más que la anterior es parte del Sueño Americano. Y siempre ha sido cierta hasta ahora”, dijo Cherlin. “Podrá ser cierta todavía para los estadounidenses con carreras universitarias, pero no para las personas con nivel de secundaria que antes llamábamos la clase trabajadora”.

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