Rousseff y Lula son víctimas de "un aquelarre expiatorio", dice Baltasar Garzón

El exjuez Baltasar Garzón ha asegurado hoy que la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y el expresidente Lula da Silva son víctimas de "una maniobra de golpe fraguado institucionalmente" y de "un aquelarre expiatorio" por parte de quienes buscan "alcanzar el poder a cualquier precio".

Garzón, en un artículo difundido hoy, ha manifestado que ambos dirigentes "representan el mejor proyecto en términos de política social e inclusiva" y ha advertido: "El pueblo brasileño nunca perdonará este ataque frontal a la democracia y al Estado Democrático de Derecho", ha concluido.

En el artículo, titulado "Ética política y Justicia en Brasil", el exjuez se refiere en esos términos a la situación de Dilma -que se enfrenta a la posible apertura de un juicio destituyente- y de Lula -cuyo nombramiento como ministro ha quedado en suspenso por la investigación judicial que le afecta-.

A juicio de Garzón, se trata de una "maniobra de golpe fraguado institucionalmente por parte de quienes sólo están interesados en alcanzar el poder a cualquier precio", y ha destacado que se parece mucho a los ya vividos en Paraguay y Honduras.

El exjuez ha señalado que le "duele en las entrañas" observar que personas "referentes de la buena política defensora de los derechos de los pueblos se vean en el punto de mira de las corporaciones"

De las cuales, ha manifestado que "insensibles a los sentimientos de los pueblos, a favor de sus aviesos intereses, buscan eliminar todos los obstáculos que obstaculicen su posición de privilegio y control económico sobre los ciudadanos, sobre su presente y especialmente para dominar su futuro".

"El objetivo -continúa el artículo- no es ni siquiera, como dicen, acabar con el proyecto político del Partido de los Trabajadores y sus máximos exponentes, sino someter a la población de forma irreversible a un sistema vicarial controlado por los más poderosos económicamente".

Garzón ha hecho un llamamiento al Poder Judicial de Brasil para que defienda a la ciudadanía y no se deje influenciar por los intereses cruzados de los políticos, evitando así "someter a la población de forma irreversible a un sistema vicarial controlado por los más poderosos económicamente".

Además, ha añadido que "en caso de que hubieran incluido en irregularidades", ambos mandatarios merecen "un juicio justo y el derecho básico a la amplia defensa y no un aquelarre expiatorio en la plaza pública por quienes no tienen el derecho ni la categoría ética para hacerlo".
EFE