La "policía moral" que opera en algunos países islámicos
La noticia de que Irán emplea miles de agentes encubiertos para hacer cumplir normas sobre la vestimenta puso el foco en una institución que también existe en otros países de mayoría musulmana.
Y es que fuerzas policiales encargadas de implementar las estrictas interpretaciones de la moral islámica también operan en países como Arabia Saudita, Sudán y Malasia.
Por su causa, muchas personas –especialmente en países con afinidad hacia el estilo de vida occidental– sufren en su día a día. Pero otros apoyan la idea.
Y el creciente conservadurismo religioso ha llevado a que haya presión para que se formen "policías morales" en otros países donde todavía no existen.
Estos son algunos países en los que hay "policías morales". Te explicamos qué son y cuáles son sus funciones.
IRÁN
Nombre: Gasht-e Ershad (Patrullas de Guía), apoyada por la milicia Basij.
Quiénes son y qué hacen: Irán ha tenido varias formas de "policía moral" desde el triunfo de la Revolución islámica en 1979, pero las Gasht-e Ershad son actualmente la principal agencia encargada del cumplimiento en público del código de conducta islámico.
Su objetivo es asegurar el cumplimiento del hijab, las normas obligatorias que requieren que las mujeres cubran su cabello y sus cuerpos y no usen cosméticos.
Las Gasht-e Ershad se formaron cuando las autoridades decidieron combatir en 2007 la vestimenta "no islámica".
Tienen capacidad para amonestar a las infractoras, imponer multas y arrestar personas, aunque tras las reformas que entrarán en vigor este año dejarán de poder hacerlo.
En su lugar, 7.000 agentes encubiertos de las Gasht-e Ershad deberán informar de las trangresiones a la policía, que será la que decida actuar o no.
Se cree que las fuerzas que integran las Gasht-e Ershad son, sobre todo, personal de Basij, una unidad paramilitar de la línea dura. También forman parte de ella muchas mujeres.
Qué piensan los ciudadanos: las Gasht-e Ershad son considerados como un azote para las mujeres en las grandes ciudades, generalmente las de las clases sociales más altas, que son las que más tratan de desafiar los códigos de vestimenta.
Eso incluye llevar el pañuelo que cubre la cabeza lo más atrás posible o vestir prendas sueltas, especialmente durante el caluroso verano. Aunque también corren riesgos los hombres que llevan peinados "occidentales".
El temor a encontrar a agentes de esta policía ha llevado a la creación de una aplicación para el sistema operativo Android que ayuda a que la gente evite los puntos de control móviles de las Gasht-e Ershad.
El presidente, Hassan Rouhani, ha mostrado su oposición a las Gasht-e Ershad, pero la Constitución de Irán le da escasa influencia sobre las fuerzas de seguridad.
ARABIA SAUDITA
Nombre: Comité para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio, también conocida como Mutawa (palabra en árabe que significa que se es particularmente obediente a Dios).
Quiénes son y qué hacen: formada en 1940, la Mutawa tiene como tarea hacer cumplir la ley islámica (sharia) en los lugares públicos.
Esto incluye normas que prohíben que hombres y mujeres sin relación socialicen en público, así como un código de vestimenta que alienta a las mujeres a llevar un velo que cubre todo su cuerpo, excepto los ojos.
En lugar de un uniforme policial, llevan las tradicionales túnica y kufiyya (turbante) sauditas.
Qué piensan los ciudadanos: aunque la Mutawa generalmente disgusta a los liberales y a los jóvenes, la mayoría en el conservador reino de mayoría sunita está a favor.
Pero incluso los conservadores han mostrado irritación por recientes y excesivos casos que han sido noticia internacionalmente, como cuando un actor fue acusado por dejar a las fans tomarse fotos con él o como cuando un maniquí femenino fue retirado por su vestimenta.
Quizás como respuesta a las críticas, las autoridades han quitado poder a las fuerzas y por ello ya no pueden arrestar o perseguir gente, sino que ya sólo pueden denunciarla a la policía normal.
SUDÁN
Nombre: Policía de Orden Público.
Quiénes son: fue establecida en 1993 por el presidente Omar al-Bashir para que los musulmanes cumplieran la sharia en el norte del país.
Tiene el poder de arrestar, y los sospechosos son juzgados, a menudo en procedimientos de urgencia, en tribunales especiales para el orden público. Entre los posibles castigos están la prisión y los azotes.
Qué piensan los ciudadanos: muchos sudaneses ven su actividad como una interferencia opresiva y a menudo arbitraria de su vida privada, aunque algunos, sobre todo salafistas y otros conservadores religiosos, apoyan su labor.
La fuerza es conocida por cancelar eventos privados que incluyan a hombres y mujeres, reprimendas a mujeres por vestir de forma "impúdica" y registro de tiendas y negocios que se cree que quebrantan la sharia.
Hubo una condena internacional cuando la periodista Lubna al-Hussein fue encarcelada por llevar pantalones sueltos en público en 2008.
MALASIA
Nombre: tiene varios pero a todos se los conoce por lo general como "agentes religiosos"
Quiénes son y qué hacen: son cuerpos dirigidos por los estados de Malasia, o por el gobierno federal, para hacer cumplir la sharia que se aplica a los dos tercios de la población del país que son musulmanes.
Tiene el poder de arrestar y las posibles ofensas van desde comer durante el día en el Ramadán a que mujeres y hombres estén "demasiado cerca".
Los casos son juzgados por tribunales específicos de la sharia, diferentes a los del sistema judicial ordinario.
Qué piensan los ciudadanos: los agentes religiosos a menudo han sido acusados de sobrepasar sus atribuciones, una situación dificultada por la ambigüedad de qué tiene precedencia en ciertos casos: la legislación normal o la sharia.
En abril, agentes religiosos arrestaron a varias personas durante una redada en un evento de un grupo de transexuales para recaudar fondos. Se acusó a los participantes de organizar un concurso de belleza.
Los musulmanes tienen prohibido asistir a estos concursos desde que en 1996 se decretó una fatwa (orden del líder religioso).
El grupo de detenidos negó los cargos.
Informe BBC
0 comentarios