Cómo sigue ahora el proceso para destituir a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff
El juicio político contra la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, está cada vez más cerca.
El domingo, 367 diputados de los 513 miembros de la Cámara de Diputados votaron a favor del impeachmenten la mandataria, alcanzando así los dos tercios requeridos para continuar con el proceso por presunto crimen de responsabilidadque amenaza a la presidenta.
Rousseff está acusada de usar dinero de bancos públicos para pagar programas del gobierno y maquillar el déficit fiscal, violando normas que prohíben esa práctica, pero sus partidarios afirman que esto es sólo una excusa para esconder un descarado intento de golpe de Estado.
Y a pesar de la decisión de la Cámara Baja –que se produjo al final de una semana que inició con un dictamen favorable al juicio político aprobado por una comisión especial de Diputados 38 a 27– el camino hacia la posible destitución de Rousseff aún tiene etapas pendientes, que supondrán pruebas de fuerza cruciales tanto para la oposición como para el oficialismo.
Te las explicamos.
En manos del Senado
La decisión favorable de Diputados traslada la responsabilidad por la decisión final a la Cámara Alta del parlamento brasileño, el Senado.
Pero antes los senadores tendrán que decidir por mayoría simple si se justifica seguir adelante con el proceso.
No hay un plazo establecido para que esto ocurra y la votación podría demorarse por eventuales apelaciones de Rousseff ante el Supremo Tribunal Federal, la máxima corte de justicia brasileña.
Pero si al menos 41 de los 81 senadores votasen a favor de iniciar el juicio político, la presidenta se vería obligada a separarse del cargo por hasta 180 días, mientras la Cámara Alta decide su destino.
Entonces asumiría temporalmente la presidencia el actual vicepresidente Michel Temer, cuyo Partido del Movimiento Democrático Brasileño, el mayor grupo del Congreso, rompió recientemente con el gobierno.
Dos tercios
El juicio político a Rousseff en el Senado sería supervisado por el presidente del Supremo, Ricardo Lewandowski.
Para que Rousseff resulte impedida definitivamente de ejercer la presidencia, al menos dos tercios (54) de los 81 senadores deberían aprobar su destitución.
En tal caso, Temer sería investido como presidente aunque esto también generaría dudas: el actual vicepresidente de 75 años enfrenta otro pedido de juicio político, acusado de cometer los mismos crímenes fiscales que atribuyen a Rousseff.
Pero si la mandataria fuese absuelta o el Senado no tomase ninguna decisión en los 180 días posteriores a su eventual separación del cargo, volvería inmediatamente a la presidencia.
BBC
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