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CAUSA ABIERTA

Estados Unidos es el principal paraíso fiscal

Estados Unidos es el principal paraíso fiscal

En lo que parece el nacimiento de una nueva Suiza, se multiplica el traslado de cuentas bancarias desde el país helvético hacia los Estados Unidos, luego de la decisión de no sumarse a los estándares requeridos por la OCDE.

Después de años de arremeter contra otros países por recibir el dinero de los estadounidenses más acaudalados, el país del norte se está posicionando como un paraíso fiscal de primera magnitud para los extranjeros adinerados.

Gracias a su resistencia a las nuevas normativas internacionales de divulgación de información, EE UU ha pasado a ser centro de interés de las grandes fortunas para depositar su dinero.

Todo el mundo, desde los abogados londinenses hasta los trust suizos han visto la oportunidad y se han ofrecido a ayudar a los más ricos a trasladar sus cuentas corrientes desde las Bahamas o las Islas Vírgenes Británicas a Estados como Nevada, Wyoming o Dakota del Sur, según un informe que publica El País de Madrid y recoge UyPress.

"Qué irónico y qué perverso es que EE UU, siempre tan mojigato en su condena a la actuación de los bancos suizos, se haya convertido en un referente del secreto bancario", escribía en una reciente publicación jurídica Peter A. Cotorceanu,   del bufete de abogados suizo Anaford. "¿Escuchas ese gigantesco sonido de succión? Es el dinero que fluye hacia EE UU", añadía gráficamente.

La centenaria institución financiera europea Rothschild acaba de abrir oficina en Reno (Nevada), a solo unas cuadras de distancia de míticos casinos. Ahora se dedica a sacar las fortunas de sus clientes extranjeros de países como las Islas Bermudas, donde están sujetas a la nueva normativa de divulgación de información, e introducirlas en sus trusts  de Nevada donde están exentas.

La firma dice que su desembarco en Reno responde al interés de las familias de todo el mundo por la estabilidad de EE UU y a que sus clientes deben demostrar que cumplen con la normativa fiscal de sus países de origen. Su fideicomiso, añade una portavoz de Rothschild, "no se ha puesto en marcha con la intención de explotar el hecho de que EE UU no haya refrendado los nuevos estándares internacionales".

Pero Rothschild no está sola. La suiza Cisa Trust, con sede en Ginebra y especializada en el asesoramiento a los latinoamericanos más acaudalados, ya ha pedido permiso para abrir una filial en Pierre (Dakota del Sur), una decisión que responde, según su presidente John J. Ryan Jr., a las "necesidades" de sus clientes extranjeros.

Uno de los principales proveedores de servicios en paraísos fiscales, Trident Trust, movió en diciembre docenas de cuentas de Suiza y las Islas Caimán, entre otros, a Sioux Falls (Dakota del Sur).

Según el informe de El País de Madrid, la oficina de la entidad financiera Rothschild en Reno (Nevada) es pionera en este aspecto. La "pequeña ciudad más grande del mundo", según se autodenomina, es un lugar original para crear un centro global de fuga de capitales. Si se quisiera rodar una película sobre Las Vegas en 1971, se tendría que rodar en Reno, con sus hoteles y casinos abiertos 24 horas y su arsenal de armas de fuego. Las luces de neón de color rosa de los casinos aún lucen, aunque estén prácticamente vacíos, dado que los viajeros ya prefieren ir a Las Vegas, meca de los casinos en la actualidad, que está a poco más de una hora de vuelo.

Las oficinas de Rothschild Trust North America no son fáciles de encontrar. Están en el 12º piso del edificio en el que se hallaba la vieja sede de Porscge  en EE UU, a pocas cuadras de los casinos (como curiosidad, la oficina del fiscal está en el sexto piso del mismo bloque). En la entrada del edificio, sin embargo, no hay ningún distintivo de Rothschild: los clientes tienen que ir dos plantas más abajo, en las oficinas de McDonald Carano Wilson, un bufete de abogados con muchos contactos en la política. Varios exfuncionarios de alto rango de Nevada, el dueño de uno de los casinos más grandes de la ciudad y varios lobistas trabajan allí. Uno de ellos, Robert Armstrong, es directivo de Rothschild Trust North America y uno de los mejores trusts del Estado.

Durante décadas, Suiza fue la capital mundial del secreto bancario. Pero ahora las cosas están cambiando.

La OCDE elaboró una serie de severas normas para descubrir a los evasores fiscales. Desde 2014, 97 países miembros del organismo -con las únicas excepciones de tres pequeños países (Bahréin, Nauru, Vanuatu) y uno gigante (Estados Unidos) - acordaron aumentar medidas de control y transparencia para las cuentas bancarias depositadas en el exterior.

El Departamento del Tesoro de EE UU está planteando estándares de control para las cuentas de extranjeros depositadas en el país similares a los de la OCDE. Estas propuestas, sin embargo, ya fracasaron en pasado por la oposición de un Congreso controlado por los republicanos y los lobbies (grupos de presión) del sector financiero. La cuestión, en definitiva, no solo tiene que ver con la evasión fiscal que ciudadanos extranjeros realizan en sus países de origen, sino también con la entrada de capitales que provienen de actividades ilícitas y que constituyen un intento de lavado de dinero.

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