Estudio asegura que las mujeres son naturalmente lesbianas o bisexuales

Cuando se trata de la respuesta física ante desnudos de los dos sexos, las mujeres pueden sentir igual atracción por ambos géneros.

Al menos igual de excitante resulta para una mujer ver imágenes de sexo entre féminas o con la participación de varones. Esa es la contundente conclusión de un estudio realizado por la Universidad de Essex que recoge Emol.

La investigación, encabezada por el doctor Gerulf Riger consideró a 345 voluntarias que debieron observar vídeos de hombres y mujeres desnudos, mientras sus reacciones eran cuantificadas y observadas.

De esa forma se midieron sensaciones como la dilatación de sus pupilas o su excitación genital. Las que admitieron ser lesbianas mostraron fuertes respuestas físicas con los vídeos de dos mujeres practicando sexo y ninguna reacción cuando intervenía un hombre en la escena.

Sin embargo, lo realmente impresionante del estudio vino con las mujeres que se declaraban heterosexuales, ya que ellas  mostraron la misma excitación sexual al ver imágenes protagonizadas por mujeres que en las que aparecían varones.

Ante ese fenómeno los investigadores aseveran que, cuando se trata de una respuesta física ante el sexo, las mujeres son o lesbianas o bisexuales. El doctor Riger explica que esto ocurre a pesar que emocionalmente no se tengan ningún interés por personas del mismo sexo. “Lo que ocurre es que las mentes de una gran cantidad de mujeres están desconectadas de lo que ocurre en la parte inferior de su cuerpo”, precisa.

Esta no es la primera vez  que un estudio llega a esta conclusión. Anteriormente otras investigaciones y estudios habían llegado a conclusiones similares, pero en esta ocasión hay una diferencia clave: se pidió a las participantes que identificasen previamente su sexualidad, así como si alguna vez habían sentido atraídos por una persona de su mismo sexo o habían experimentado alguna actividad sexual con algún par.

De acuerdo a los datos recogidos, las mujeres se mostraron tres veces más abiertas a la posibilidad de cambiar su etiqueta sexual en algún momento de la vida que los hombres, y además fueron más propensas a definirse como bisexuales.