Conmociona a Israel el apuñalamiento de una madre frente a sus hijos
Un palestino apuñaló este lunes a una mujer embarazada en una colonia cercana a Jerusalén, y luego resultó herido por disparos de las fuerzas de seguridad, en lo que configura el segundo ataque contra una israelí en el sur de Cisjordania en menos de 24 horas.
Hasta ahora, la violencia estaba dirigida sobre todo contra hombres, y todavía no había franqueado los accesos estrechamente vigilados de las colonias de Cisjordania, aldeas israelíes implantadas en los territorios palestinos ocupados desde 1967.
La personalidad de las víctimas y las circunstancias en que fueron atacadas han conmocionado a Israel.
Michal Froman, de 30 años, resultó gravemente herida este lunes cuando caminaba ante una tienda en una calle de la colonia de Tekoa, en el sureste de Jerusalén, indicaron el ejército y el portavoz del hospital Shaare Tzedek de Jerusalén, donde está hospitalizada. Su vida no corre peligro, como tampoco la del feto, que tiene ya cinco meses de gestación.
El atacante de 17 años fue hospitalizado en estado grave en el hospital israelí Hadassah de Jerusalén, tras haber sido herido por disparos de las fuerzas de seguridad, indicaron las mismas fuentes.
En paralelo sigue la búsqueda del agresor que el domingo apuñaló mortalmente a una madre israelí en una colonia al sur de la ciudad de Hebrón.
Dafna Meir, una enfermera de 38 años de edad, madre de seis hijos, murió apuñalada en su casa de Otniel en presencia de varios de sus hijos, de entre 4 y 17 años, según medios israelíes.
Los niños no resultaron heridos. Se trata de la primera mujer muerta de esta manera en el interior de una colonia en mucho tiempo.
Meir fue enterrada en esta jornada por la mañana en el vasto cementerio mineral de Har Hamenuhot, ubicado en los altos de Jerusalén, con la asistencia de centenares de personas, que desafiaron el intenso frío y nubes de polvo.
"Detendremos al odioso terrorista que asesinó a Dafna Meir que junto a su esposo criaba a seis hijos", prometió el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.
"Los que intenten perjudicarnos serán llevados ante la justicia (...) y pagarán un alto precio", añadió al presentar el pésame a la familia.
"¡Mira mamá, cuántas personas han venido a despedirte", dijo ante la numerosa asistencia, entre la cual había muchos amigos y allegados de la familia, así como colegas de profesión, colonos, religiosos, ministros y otros políticos, su hija Renana, de 17 años de edad, quien estaba junto a su padre que, muy afectado, abrazaba a dos otras hijas.
"Una hora antes, discutíamos sobre el barniz de uñas que yo luciría. No podrás acompañarme en mi boda. Yo no pude ayudarte en tu peor momento", balbuceó la adolescente entre lágrimas.
Meir trabajaba en Beer Sheva, Israel, donde atendía indistintamente a israelíes y palestinos, subrayó a la prensa. Dos de sus hijos fueron adoptados.
El embajador israelí en Israel, Dan Shapiro, y el enviado especial de la ONU para Oriente Medio, Nickolay Mladenov, condenaron con firmeza los recientes ataques.
Desde Tel Aviv, Shapiro puso en tela de juicio la política de colonización israelí, que en su país provoca "inquietud y perplejidad". "Deploró" los ataques, pero también un aparente doble rasero en cuanto al Estado de derecho, que a veces parece "uno para los israelíes, y otro diferente para los palestinos".
Mladenov se manifestó "alarmado" ante la "inestabilidad" de la situación en los territorios palestinos.
Como consecuencia de estos ataques, este lunes se prohibió la entrada a las colonias de Cisjordania ocupada a miles de trabajadores palestinos, indicó el ejército, medida que se mantendrá el martes y será "reexaminada a diario según evolucione la situación".
Una portavoz militar precisó que esta medida no afecta a las zonas industriales israelíes en la región ocupada, fuera de las colonias, donde trabajan numerosos palestinos.
Unos 400.000 colonos israelíes conviven de manera conflictiva con 2,5 millones de palestinos en Cisjordania.
Las fuerzas israelíes garantizan la seguridad de las colonias, cuyas entradas están muy vigiladas. No obstante, unos 26.000 palestinos trabajan en las colonias, donde perciben salarios superiores que en el resto de los territorios.
Un gran número de atentados cometidos en su mayoría por palestinos aislados, sobre todo en cruces de caminos que llevan a las colonias o paradas de autobús, han tenido como blanco soldados (de ambos sexos), policías o colonos.
Algunas mujeres resultaron muertas, como fue el caso de Naama Henkin, junto a su marido el pasado 1 de octubre, y Hadar Buchris el 22 de noviembre.
Desde que empezó la ola de violencia, precisamente el 1 de octubre, han muerto 155 palestinos y 24 israelíes. Un estadounidense y un eritreo también resultaron muertos.
La mayoría de palestinos muertos atacaron o intentaron atacar a civiles o miembros de las fuerzas israelíes, en su mayoría con armas blancas o mediante embestidas con vehículos, así como varios de ellos en enfrentamientos con el ejército.
AFP
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