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CAUSA ABIERTA

6 Trucos para gustarle a cualquier persona según agente especial del FBI

6 Trucos para gustarle a cualquier persona según agente especial del FBI

El profesor de psicología, Jack Schafer, trabajó durante años como agente especial de la FBI y les enseñó a otros agentes unas técnicas de persuación que a veces sin el encanto personal son totalmente inútiles. Según el profesor, existe una regla de oro que te permite agradarle a cualquier persona. Y suena así: «Haz que tu interlocutor se admire a sí mismo».

¿Cómo lograrlo? Genial.guru te trae 6 trucos excelentes de Jack Schaffer que fueron aplicados con éxito en su trabajo y su vida.

1. Comete un error

Cuando Jack Schafer empieza a impartir un nuevo curso de clases, «accidentalmente» comete un error en la pronunciación de alguna palabra y permite que sus estudiantes lo corrijan. «Yo pretendo confundido y avergonzado, les agradezco su atención y corrijo el error», dice Jack.

Este truco es utilizado para lograr 3 objetivos a la vez. En primer lugar, cuando los estudiantes corrigen un error de su maestro, esto les permite sentir más confianza. En segundo lugar, empiezan a comunicarse más abiertamente con su mentor. En tercer lugar, se permiten a ellos mismos equivocarse.

Este truco se puede usar para caerle bien a cualquier persona.
Comete errores, muestra que no eres perfecto, permite que la gente te corrija. Y les caerás bien.

2. Habla con las personas sobre ellas

Estamos demasiado ocupados con nosotros mismos y muy poco nos interesan otras personas que conocemos en la vida. Sin embargo, para agradarle a la gente, tienes que sentir un verdadero interés por ellos.

«Harás más amigos en dos meses si te preocupas por ellos, que en dos años si esperas que ellos se preocupen por tí». Dale Carnegie.

«Cuando la gente habla de sí misma, no importa si en una conversación en persona o en las redes sociales, se emplean los mismos centros de placer en el cerebro que cuando comemos algún platillo delicioso u obtenemos dinero». (Robert Lee Holtz)

Estas dos frases muestran lo importante que es conversar con los demás acerca de sus asuntos personales para ganarse su confianza y su disposición. Pregunta por sus familias, biografías, hijos, su opinión por uno u otro asunto, su gratitud (a veces inconsciente) es garantizada.

3. Haz un cumplido en tercera persona

A veces los cumplidos directos suenan demasiado intrusivos. Muchas personas no están dispuestas a aceptarlos o se sienten incómodas. En estos casos es mejor utilizar un cumplido de tercera persona.

Por ejemplo, quieres pedirle un favor a la tu compañera Olga y le dices: «Olga, por cierto, el jefe de recursos humanos dijo que eres la empleada más responsable de nuestra empresa».

No necesariamente tienes que alabar sus cualidades profesionales, puedes enfocarte en las personales. Por ejemplo, «Olga, el jefe de recursos humanos hasta la fecha se acuerda de los deliciosos pastelillos que preparaste para su cumpleaños».

4. No te olvides de compadecer

Cada persona se siente bien cuando la escuchan atentamente y comparten con ella sus emociones. Por supuesto, si alguien te empieza a hablar acerca de lo complicado que fue su día, no tienes que llorar: «Ay, qué horror, ¡pobrecito!». Especialmente si es tu jefe.

Una frase como «Sí, tuviste un día complicado. A todos nos pasa» es más que suficiente. Si alguien te comenta que logró completar una tarea difícil, puedes resumir de esta manera: «¡Parece que hoy todo te salió bien!».

Debemos convencer a nuestro interlocutor de que compartimos sus sentimientos y lo comprendemos. Además, si intentas apoyar a alguien, no debes repetir sus palabras literalmente. Tu interlocutor se alertaría, tomaría la repetición como algo falso.

5. Pide favores

La famosa frase de Benjamin Franklin dice «Aquel que una vez te ayudó, con más disposición te volverá a ayudar que aquel a quien ayudaste tú». Este fenómeno se conoce como el efecto de Benjamin Franklin. La persona que le hace un favor a otra, crece en sus propios ojos. Es decir, si quieres agradarle a alguien, es mejor no hacerle el favor sino pedirle uno. Obviamente, no debes abusar de la buena disposición de la otra persona.

Como ingeniosamente notó Franklin, «las visitas son como el pescado, empiezan a oler mal al tercer día». Lo mismo aplica para aquellos que piden favores demasiado seguido.

6. Haz que la persona se alabe

La diferencia entre un cumplido ordinario y un halago es muy sutil, por lo tanto es mejor hacer que tu interlocutor se elogie a sí mismo. Por ejemplo, alguien te cuenta algo como «Trabajé día y noche para cerrar este proyecto». Aquí puedes decir: «Sí, se necesita mucha determinación para esto». Es casi seguro que tu interlocutor responderá algo como «Sí, tuve que esforzarme para presentarlo a tiempo. Sin duda, trabajé muy bien».

La habilidad de hacer que una persona se elogie a sí misma es lo máximo. Practícalo, harás sentir bien a la gente y seguramente les gustarás.

Estos consejos no son un llamado a la hipocresía. Sólo queremos ayudarte a vivir en paz con otras personas y hacerlas sentir bien.
Fuente: Jack Schafer «The Like Switch», Traducción y adaptación: Genial.guru

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