Egidio Arévalo, actual campeón con Tigres, presume lujos mientras sus hijos están a punto de vivir en la calle

La carrera de Egidio Arévalo comenzó en el año 1999 en el equipo de Paysandú Bella Vista en su país natal, Uruguay, donde conoció a su ex esposa, Carla Vidal, con quien procreó dos hijos: Dahiana e Ignacio.

En el 2007, el club de Rayados de Monterrey, en México, puso el ojo en él y decidieron traerlo a tierras regias, pero nadie iba a pensar que un mes después perdería la cabeza y correría a su familia para comenzar una vida de soltero. Hoy, sus hijos están a punto de vivir en la calle, ya que el jugador no se ha hecho cargo de ellos.

Buscamos a su ex pareja, quien desesperada le pide al centrocampista que se toque el corazón y vea a sus niños que imploran convivir con él.

Carla, gracias por decidirte a hablar, ¿cuándo comenzó tu historia con Egidio?

En Paysandú, por medio de amigos en común con uno de mis hermanos, anduvimos año y medio y decidimos casarnos en el año 2000; después nació Dahiana, nos fuimos a vivir a Montevideo, y seis años después nació Nacho.

¿Cómo fue su relación?

Era bella, los dos éramos humildes, no había ninguna discusión, nunca fue agresivo ni nada por el estilo; en ese tiempo no tenía mucho dinero, por eso hizo una habitación para todos en casa de sus papás. Era un excelente padre, iba para todos lados con su hija a dar entrevistas en la televisión; los llevaba al estadio, eran su vida hasta que llegamos a México.

¿En qué año fue eso?

En el 2007, él se fue solo un mes para arreglar todo el papeleo, después llegué con nuestros hijos; al princi- pio fue extraño, era un mejor nivel de vida al que no estábamos acostumbrados, y al mismo tiempo me la pasaba encerrada en cuatro paredes porque no conocía a nadie, dependía de los tiempos de él para salir.

¿Por qué cambió todo?

Hasta la fecha me pregunto qué pasó, sigo sin entender. El 15 de septiembre llegó como loco, golpeó la puerta y empezó a gritar que quería su pasaporte y que yo me tenía que ir con mis hijos a Uruguay, no deseaba saber nada de nosotros, quería que desapareciéramos y me advirtió que vendería lacasa porque él se iba a otro lugar.

¿Qué hicieron tus hijos?

¡Imagínate! No llevábamos ni tres meses en Monterrey; Dahiana se puso a llorar en la puerta y le preguntó que a dónde iba, y sin importarle agarró sus cosas, la camioneta y se fue. Los vecinos escucharon los gritos y salieron a preguntarnos qué había pasado, yo sentía una impotencia terrible.

¿A dónde te fuiste?

Le hablé a una amiga que había hecho, Sandra Esquivel, gracias a ella y al apoyo de su familia pude estar unos días más en lo que buscaba soluciones para poder regresarme.

¿Tú hablabas con él?

Desde que inicié el juicio no volvimos a hablar nunca, mis abogados son los encargados de todo.

¿Sus padres qué te decían?

Nunca me brindaron apoyo, estaban del lado de su hijo porque él es quien los mantiene; después de unos meses dejamos de ir porque ellos tampoco se preocupaban por sus nietos.

¿Cómo te enteraste de su otra pareja?

Estaba al pendiente de sus redes sociales y vi que andaba con esta chica que era su fan y con quien se casó en Italia, pero después nos bloqueó.
Por Por Gabriela de los Santos (TV y Novelas.com)