El "éxodo suicida" de los jóvenes jugadores africanos
La labor de abrir los ojos a los jóvenes africanos, extasiados ante el espejismo que observan en los televisores sobre el fútbol profesional en el extranjero, debe iniciarse en el continente africano y desde el seno de las familias, según los dirigentes deportivos reunidos en Dakar.
La gran mayoría de los menores africanos que prueban suerte sobre los terrenos de juego de Europa no se convertirán nunca en profesionales, "un porcentaje de fracaso mucho mayor que entre los jugadores europeos", afirmó Jean-Claude Mbvoumin, presidente de la Asociación de Fútbol Solidario, durante una conferencia titulada 'Juntos por la protección de los jóvenes jugadores de fútbol en África'.
"El fracaso en los jugadores africanos es muy elevado y no sabemos lo que sucede con el 70% de los niños", añade el antiguo internacional camerunés, que trabaja en este problema desde el inicio de siglo. Mbvoumin alude a "factores culturales", pero también está ligado "a la soledad y al frío", que padecen en Europa.
El lunes y el martes, los ponentes de esta conferencia (dirigentes deportivos, entrenadores, antiguos jugadores profesionales y responsables de la FIFA) denunciaron el "tráfico" del que son víctimas los aspirantes a futbolistas.
Un total de 15.000 jugadores menores de edad se van cada año de los países del África occidental, mientras que 1.500.000 se entrenan para que el fútbol les sirva algún día como vía de escape a Europa, según los datos ofrecidos por los organizadores.
Pero este fenómeno no concierne solamente a los prestigiosos campeonatos europeos, sino también a ligas menores, especialmente en Asia. Este año, 23 menores de edad de Liberia fueron reclutados por la escuela de fútbol del club Champasak United, en Laos, con unas condiciones precarias. "Nueve de los chicos permanecen en Laos. Los dirigentes del equipo afirman que cuidan de ellos, pero yo no tengo ningún medio para verificarlo", declaró a la AFP en Monrovia Wleh Bedell, un liberiano que participó en su reclutamiento.
- Mínima protección -
El entrenador francés Claude Le Roy, de 67 años, que con ocho participaciones ostenta el récord de un seleccionador en la Copa de África de Naciones (CAN), apeló en la conferencia a detener este "éxodo suicida" que vive el continente con sus jóvenes talentos futbolistas. Le Roy planteó "la problemática de todos esos chicos de la calle que desaparecen sin que tengamos idea del recorrido que han seguido" después de abandonar África.
Para luchar contra ese "tráfico", la Asociación de Fútbol Solidario creará el Centro de Información al futbolista joven (CIJFOOT), cuya misión será orientar a los jóvenes futbolistas africanos y a su entorno. Los dos primeros proyectos comenzarán en 2016 en Camerún y Senegal.
"Los traficantes de niños tienen muchas ideas. Hace falta que el joven futbolista esté acompañado y tenga una protección mínima. Que los padres comprendan que hay un camino legal para convertirse en futbolista profesional", declaró Jean-Claude Mbvoumin.
Según Joseph Koto, seleccionador del equipo junior senegalés, es la pobreza la que hace que los agentes "recluten y los intermediarios tomen a los niños como si fueran esclavos". "Y ello comienza por los padres que empujan a sus hijos a irse", subrayó.
La madre de uno de los adolescentes liberianos que ha vuelto de Laos prefiere guardar el anonimato para hablar con la AFP de ese "sueño roto" que supuso para el chico y su familia. "Mi hijo casi no vuelve. No quería regresar a Liberia porque habíamos festejado su partida", recuerda. "Hoy pasa el tiempo en casa destrozado anímicamente", añade.
AFP
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