14 muertos y 14 heridos en el tiroteo en California
Al menos 14 personas han fallecido y 14 han resultado heridas en el tiroteo ocurrido hoy en San Bernardino (California, EEUU), informó la Policía en una rueda de prensa, al asegurar que se tratan de "cifras preliminares".
El presidente de EEUU, Barack Obama, urgió hoy a acabar con la "pauta" que convierte a los tiroteos masivos en algo que ocurre de forma "normal" en el país, después del ataque en San Bernardino (California, EEUU), donde se registraron al menos 14 muertos y otros 14 heridos.
"Tenemos ahora una pauta de tiroteos masivos en este país que no tiene ningún paralelo en ningún otro sitio en el mundo", dijo Obama en una entrevista con la cadena de televisión CBS News, preguntado por su reacción al tiroteo de hoy en San Bernardino.
"Deberíamos unirnos y actuar de forma bipartidista para hacer que esto sea algo raro, en lugar de algo normal. Nunca deberíamos pensar que esto es algo que está dentro de lo ordinario, porque no pasa tan a menudo en otros países", agregó.
Obama aseguró que su "esperanza es que podamos contener este tiroteo en particular, del que no conocemos aún los motivos", en referencia al suceso en California.
El mandatario recordó que hay "algunos pasos que se pueden dar ahora" mismo, "no para eliminar cada uno de los tiroteos masivos, sino para mejorar las probabilidades de que no ocurran tan a menudo", como la aprobación de leyes para la seguridad en el manejo de armas y controles previos a la adquisición de las mismas.
El mandatario instó además a cambiar la ley que permite que quienes están en una lista negra que les prohíbe volar en aviones dentro o hacia Estados Unidos puedan, sin embargo, comprar armas de fuego.
"Esa es una ley que tiene que cambiarse", afirmó el presidente.
Obama aseguró el año pasado que su mayor frustración como presidente ha sido el fracaso de sus esfuerzos por lograr un mayor control de la venta y posesión de armas en el país.
El debate sobre las armas se reabrió en 2012 en Estados Unidos a raíz de dos sucesos de ese año: la matanza en un cine de Aurora (Colorado), donde hubo 12 muertos y 58 heridos; y la ocurrida en la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut), donde fueron asesinados a tiros 20 niños y 6 mujeres.
El Gobierno de Obama impulsó entonces un conjunto de medidas para reformar la legislación de control de armas, pero el Congreso no aprobó siquiera la que generaba más consenso: un sistema de verificación de antecedentes para impedir que las armas llegaran a los criminales o a las personas con problemas de salud mental.
En el mismo sentido que Obama, el líder de los demócratas en el Senado, Harry Reid, instó hoy a "aprobar legislación con sentido común que mantenga las armas de fuego fuera de las manos de peligrosos criminales y personas con trastornos mentales".
"La violencia armada se ha convertido en un cáncer para esta nación. Somos mejores que eso. Con demasiada frecuencia encendemos nuestros televisores y presenciamos escenas de horror como las de que hoy somos testigos. Debemos ponerle fin a esta locura", indicó Reid en un comunicado.
EFE
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