Golpeó a sus padres porque se había acabado el whisky y el perro casi se lo come en Sayago
Un hombre de 42 años, que no trabaja ni estudia, golpeó a sus padres, de más de 70 años, porque le habían cortado el suministro de whisky. El perro salió en defensa de los dos ancianos y mordió en varias oportunidades al agresor.
El sábado 7, un fotógrafo y camarógrafo sin empleo invitó a su primo a conversar a su casa, ubicada en el barrio Sayago. Después de la segunda copa, el anfitrión se quedó sin whisky.
Cuando fue a buscar otra botella, se encontró con que no había más en la casa. Eso lo enfureció, según él mismo relató a los operadores judiciales. Lo consideró como una falta de cortesía de sus padres hacia su invitado.
Luego que el primo se fue, E.B.Z. le dio una paliza a sus padres. Ambos quedaron muy golpeados.
El perro, un animal obediente, reaccionó y atacó al agresor y defendió a sus amos. El acusado se escudó y recibió varios mordiscones del animal en brazos y manos.
El perito forense determinó que los dos mayores recibieron una fenomenal paliza: las lesiones llevarán un tiempo de curación de 12 días y un tiempo de inhabilitación para tareas ordinarias de dos días para ambos.
El caso fue denunciado a la Justicia de Familia. El juez actuante resolvió que el denunciado debía retirarse del hogar. El sujeto volvió a su casa y le dio otros golpes a sus padres.
Esta no ha sido la primera vez que el fotógrafo desempleado golpeaba a sus padres, señaló un operador judicial. En el pasado, otro hijo del matrimonio de ancianos, un ingeniero agrónomo, intervino en las disputas entre su hermano y sus padres. Sin embargo, los celos hacia el hermano profesional, la entrega de una "mesada" para un hijo de 42 años y su adicción al alcohol y a las drogas impedían un relacionamiento normal en el seno de dicha familia.
En la sede penal, el padre declaró que su hijo se fue quedando en la casa y con el correr del tiempo terminó mantenido económicamente.
Drogas.
En el auto de procesamiento, la jueza Blanca Rieiro dijo que el denunciado, desde tiempo atrás, ejerce violencia física y verbal a sus padres como insultarlos en la vía pública y golpearlos.
Rieiro señaló que la pericia dictaminó que el acusado presenta problemas de adicción al alcohol y a la marihuana.
El fiscal Gustavo Zubía solicitó el procesamiento del agresor por un delito de violencia doméstica.
A juicio de Zubía, es necesario adoptar medidas duras para frenar abusos intrafamiliares.
Rieiro tuvo en cuenta que el acusado era primario y resolvió su procesamiento sin prisión aunque deberá cumplir medidas sustitutivas como la asistencia a grupos de alcohólicos anónimos. La jueza decretó la prohibición de acercamiento y contacto con sus padres por cualquier medio. Como el indagado resolvió retirarse voluntariamente del hogar, Rieiro ordenó a la Policía que prestara garantías a las víctimas cuando éste se efectivizara.
Un problema creciente.
Una de cada cuatro mujeres de 15 años o más manifestó haber vivido episodios de violencia doméstica en los últimos 12 meses, según una encuesta que se efectuó entre noviembre y febrero de 2015 a 1.211 usuarias del servicio de salud público y privado. El 27,7% de las mujeres consultadas en los centros aseguró haber sufrido violencia doméstica; 23,9% violencia psicológica; 6,3% violencia física y 6,2% violencia sexual.
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