Los imponentes templos dedicados al sexo en India
En diciembre de 2013 la comunidad lesbiana, gay, bisexual y transgénero (LGBT) de India sufrió un duro revés tras la decisión de la Corte Suprema de decretar la homosexualidad como un delito.
Más recientemente, en agosto de 2015 el gobierno indio impuso una prohibición, levantada condicionalmente unos días más tarde, sobre más de 800 páginas de internet consideradas como pornográficas, en un aparente intento de reducir la pornografía infantil y la violencia sexual.
En los últimos siglos, India ha sido un país especialmente conservador influenciado por el puritanismo de diversos grupos, incluyendo las dinastías islámicas, los gobernantes británicos y la propia casta sacerdotal de los brahmanes.
Sin embargo, India no siempre fue así.
Las normas sexuales eran mucho más liberales antes del siglo XIII cuando se le otorgaba igual importancia a lo secular y a lo espiritual.
El sexo se enseñaba como materia en la educación oficial y el Kama Sutra, el primer tratado sexual del mundo, fue escrito en la antigua India entre el siglo IV AC y el siglo II.
De hecho, si examinas atentamente podrás ver muestras de esos tiempos más liberales en todo el país.
Se encuentran literalmente tallados en piedra en forma de motivos eróticos sobre las paredes más bajas del Templo del Sol, construido en el siglo XIII en la localidad de Konark, en el estado oriental de Orissa.
La desnudez es prominente en las pinturas y esculturas de doncellas celestiales en las cuevas monásticas budistas de Ajanta (siglo II AC) y Ellora (siglos V y X) en el estado de Maharashtra.
Ejemplos más gráficos
Sin embargo, el ejemplo mejor preservado y más gráfico de arte erótico creado en templos indios se encuentra en el pequeño pueblo de Khajurahoin, en el estado central de Madhya Pradesh.
Sus templos hindúes elegantemente tallados fueron declarados como Patrimonio Histórico de la Humanidad por la Unesco en 1986.
Construidos por la dinastía Chandela entre 950 y 1050, solo 22 de los 85 templos originales aún están en pie.
Cuando una tarde de invierno entré en el lugar de seis kilómetros cuadrados, la arenisca resplandecía un oro pulido. Las mujeres locales llevaban flores frescas y palitos de incienso para sus rezos, mientras que los visitantes recorrían los pasillos exteriores contemplando boquiabiertos las abundantes y complejas esculturas que cubrían cada centímetro de las paredes.
Había imágenes de dioses y diosas, guerreros y músicos, animales y aves.
Podría haber sido una escena de cualquier templo en India. Sin embargo, al examinarse con mayor detenimiento, muchas de las tallas eran de una naturaleza intensamente erótica, mostrando a hombres, mujeres y animales.
Había representaciones de tríos, orgías y bestialismo.
Aunque sabía lo que me esperaba, quedé impresionado por las imágenes de doncellas bien proporcionadas y hombres viriles contorsionando sus cuerpos en posiciones sexuales imposibles, al lado de esculturas de divinidades sonriendo felizmente hacia los devotos.
Aunque algunas de las piedras estaban astilladas y otras tenían extremidades rotas, las tallas eran increíblemente prístinas, considerando que se trataba de templos de hace más de 1.000 años.
¿Cómo se explican?
Hay varias teorías sobre la existencia de motivos tan gráficos.
Una de las más exóticas propone que como los reyes de Chandela eran seguidores de los principios tántricos, que dictan el equilibrio entre las fuerzas masculinas y femeninas, ordenaron promocionar su fe en los templos que crearon.
Otras teorías tienen que ver con el rol de los templos en sí mismos en esa época: se le consideraba lugares de aprendizaje, así como de culto, especialmente de las bellas artes, incluyendo el arte de hacer el amor.
Adicionalmente, algunos consideraban que la representación de actividades sexuales en los templos era un buen augurio porque significa un nuevo comienzo y una nueva vida.
Es quizás por esa razón que las tallas se encuentran casualmente intercaladas con otras que muestran actividades variadas como rezos y escenas de guerra.
El hecho de que estén a simple vista y no escondidas en una esquina oscura parece sugerir que sus creadores querían que fuesen apreciadas por todo el mundo.
Sobreviviendo por aislamiento
Curiosamente, esos templos ornamentados fueron construidos en un lugar como Khajurajo, en el que ni siquiera hay evidencia de que hubiese un reino.
Los motivos gráficos probablemente sobrevivieron debido a su aislamiento por cientos de años en una selva tupida, apenas redescubierta por el capitán inglés T. S. Burt en 1838.
De hecho Burt tuvo que ser persuadido por sus sirvientes indios para hacer el viaje, ya que no creía encontrar nada de interés en ese lugar remoto.
Y esos encantadores lugares también han conseguido evadir la furia de la policía moral de India, que en años recientes destruyó una variedad de objetos culturales, desde los libros de Salman Rushdie a los cuadros de M. F. Hussain.
Pero lo que encontré incluso más interesante que las tallas explicitas y su historia fue ver a familias enteras silenciosamente absortas, escuchando las palabras del guía mientras ofrecía su análisis de las obras más picantes de la parte alta de los muros del magnífico templo de Kandariya Mahadeva.
Nadie levantó una ceja, no se intercambiaron miradas avergonzadas, ni hubo risitas entre los más jóvenes.
Quizás el arte es inobjetable cuando se le encuentra agazapado en medio de un contexto religioso, pero salí pensando que Khajuraho contiene dentro de sus paredes una lección más amplia sobre tolerancia para la sociedad india.
Lee la historia original en inglés en BBC Travel
0 comentarios