Le robaron el auto en Carrasco, la retuvieron en el baúl y terminó en un tiroteo

Todo empezó la noche del miércoles en la Rambla Costanera y Manuel Oribe, a pocos metros del límite entre Montevideo y Canelones. La mujer bajó de su auto, se dirigía a una cena en la casa de una amiga mientras hablaba por celular.

Eran las 21.40 cuando, sin que se diera cuenta, dos desconocidos la abordaron y, según declararía después ante personal de Inteligencia de la Policía de Montevideo, la metieron en el asiento trasero de su auto y la taparon con una túnica blanca que la víctima utiliza por ser estudiante de medicina.

A las 23.13 la Unidad de Respuesta Móvil de la Policía recibió una llamada de un vecino de Piedras Blancas explicando que una mujer golpeó su puerta diciendo que unos delincuentes le habían robado el auto y se la habían llevado con ellos.

Durante la hora y media que estuvo con sus captores, la mujer cree que participó indirectamente en una rapiña –aunque esto no se ha podido confirmar, dijo el jefe de Policía de Montevideo, Mario Layera, a El Observador- y de un tiroteo. Eso sí pudo ser confirmado, ya que el auto, que fue abandonado e incendiado a una cuadra del lugar donde liberaron a la mujer, recibió al menos dos disparos.

La carrocería del Suzuki Swift tenía dos impactos de bala en la chapa y los vidrios de las ventanillas fueron destrozados, lo que hace suponer que la cantidad de disparos fue mayor.

En su declaración, la víctima relató que poco después de ser abordada, los dos individuos levantaron a un tercero y en ese momento la obligaron a meterse en el baúl del auto. Mientras estuvo allí escondida escuchó los disparos y sintió cómo le caían encima lo vidrios de la luneta trasera.

La mujer dijo que los delincuentes la trataron bien y no la amenazaron. Desde un primer momento le pidieron que estuviera tranquila y le aseguraron que no le iba a pasar nada, según declaró a efectivos de Investigaciones de Montevideo y luego reiteró ante personal policial de la Jefatura de Canelones, que lleva el caso.

A pesar de que la víctima fue retenida contra su voluntad, Layera explicó que este caso no puede considerarse un secuestro porque no existió un pedido de rescate para liberar a la persona. La razón por la cual los delincuentes llevaron a la mujer, entiende la Policía, fue para que la víctima no realizara la denuncia policial por el robo del vehículo.

Ricardo Pérez, jefe de Policía de Canelones, dijo que la mujer "no fue el objetivo", sino que la intención de los delincuentes era utilizar su auto para cometer algún tipo de ilícito. Descartada la hipótesis del secuestro, la Policía se centra ahora en investigar cuál fue el recorrido y qué fue lo que hicieron los delincuentes al volante del auto robado, mientras mantenían a su dueña retenida en el baúl.