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CAUSA ABIERTA

Caso Amodio: declara ante la jueza el "otro traidor" de los tupamaros

Caso Amodio: declara ante la jueza el "otro traidor" de los tupamaros

Este lunes declarará ante la jueza Julia Staricco el otro tupamaro declarado traidor por la organización y al que Héctor Amodio Pérez responsabiliza de la caída de la guerrilla en 1972.

Se trata de Mario Píriz Budes, conocido en el MLN como “Tino”, quien actualmente reside en Rivera. Si bien los tupamaros coinciden en que Píriz Budes fue delator, nunca fue condenado a muerte como sí lo fue Amodio.

Declarará en la causa de las 28 militantes tupamaras que denunciaron abusos y tortura por parte de las Fuerzas Conjuntas, por la que también fueron citados los exguerrilleros Amodio Pérez y Julio Marenales, y los exmilitares Mario Aguerrondo y Armando Méndez, entre muchos otros.

La indagatoria por estos casos de violación a los derechos humanos se ha focalizado, en gran medida, en el testimonio de Amodio Pérez quien se fue del país en octubre de 1973 junto a Alicia Rey Morales, otra militante tupamara, ambos con identidad falsa.

“Tino” Píriz Budes fue colaborador directo de Raúl Sendic en la Columna del Interior y luego ocupó cargos directivos al máximo nivel. De acuerdo a varias fuentes fue quien decidió la ejecución del peón Pascasio Báez, uno de los asesinatos más cruentos del Movimiento de Liberación Nacional. La concreción del hecho fue adjudicada a Ismael Bassini y a Henry Engler, entonces estudiantes de medicina y dirigentes de la guerrilla.

Las acusaciones de Amodio contra Píriz Budes volvieron a ponerlo en primera plana luego de años de silencio. Para Amodio, ya trabajaba para inteligencia policial desde 1967, un año antes de su ingreso al MLN.

Píriz Budes dejó Uruguay antes que el propio Amodio, se radicó en Paraguay y volvió en 1993 para radicarse en Rivera. Allí ejercició el periodismo y fue asesor del exintendente colorado Tabré Viera, aunque él no se define como colorado: "soy un socialista sin apellido", comentó en una de las pocas entrevistas que ha concedido.

Según el libro “Alto el fuego” de Nelson Caula y Alberto Silva, “Tino” trabajó para la dictadura de Stroessner infiltrándose en organizaciones opositoras.

La denuncia de Amodio señala que Píriz Budes fue el verdadero delator de la organización. Los militares Armando Méndez y Carlos Calcagno -según su relato- le mostraron una carpeta en la que suexcompañero había dado información clave sobre cada dirigente, sobre locales clandestinos y sobre la organización del Movimiento de Liberación Nacional.

Según Amodio, Méndez le propuso “ordenar los papeles”, pero la suerte de la guerrilla ya estaba echada.

A partir esta situación, Amodio sostiene que empezó a planear una salida para él y para su pareja, Alicia Rey Morales, quien estaba presa en otro establecimiento.

La negociación de Amodio fue apoyada por Calcagno (con quien tenía un lejano parentesco), Nino Gavazzo (quien era conocido desde la infancia) y por el propio Méndez, quien entonces era un joven teniente de 22 años. A través de ellos, Amodio y su mujer consiguieron la documentación falsa y 500 dólares incautados a otros tupamaros en el Batallón Florida.

Según “Alto el fuego”, Amodio recibió 80.000 dólares por su trabajo. Sin embargo, él confiesa en “Palabra de Amodio” que se va del país con una billetera de dólares falsos entregada por su padre a través de Marcos, un tío residente en España.

Marcos integraba una banda de delincuentes en Madrid y queria aprovechar el expertise de Amodio en materia de falsificación de dinero y documentos.

Los primeros años de Amodio en ese país estuvieron dedicados a trabajar para ese familiar, hasta que por una gestión de Alicia Rey Morales consiguió trabajo en una editorial. En Uruguay había sido obrero gráfico.

FOTO. Principales tupamaros dan una conferencia de prensa en Conventuales recién salidos de la cárcel en 1985. El regreso de Amodio volvió a agitar los fantasmas de la caída del movimiento guerrillero, las torturas  y la cárcel. (RTVE)

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