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CAUSA ABIERTA

Aguerrondo, Armando Méndez y Marenales declararon en el caso Amodio

Aguerrondo, Armando Méndez y Marenales declararon en el caso Amodio

Armando Méndez (foto), quien era teniente en el Batallón Florida cuando Amodio Pérez estuvo detenido allí, fue citado este martes por la jueza Julia Staricco, en el marco de la investigación por la presunta participación del extupamaro en actos relacionados a la represión.

Pérez declaró en las cartas que envió en 2013, que para salvar a su compañera, Alicia Rey, "ordenó los papeles" de al Oficina Coordinadora de Operaciones Antisubversivas (OCOA), que estaba a cargo de Méndez. Esos eran datos que los militares tenían en su poder, pero no sabían cómo utilizar en la lucha anti subversiva.

Este martes, 42 años después de aquellos días, coinciden por primera vez los dos en el mismo lugar. Aún no se sabe si se realizó un careo o si Pérez y Méndez declararon por separado ante las autoridades.

MARENALES LE TIRÓ UNA GRANADA. En la mañana estuvo en el juzgado el extupamaro Julio Marenales, uno de los líderes históricos del Movimiento de Liberación Nacional. De 85 años, "el viejo", siempre dijo que Amodio Pérez lo entregó a los militares en un operativo de 1972.

Al llegar al juzgado, Marenales contó que en aquel episodio él iba a encontrarse con un contacto cuando se dio cuenta que en una camioneta militar pasaba por allí Amodio, ya como colaborador de las Fuerzas Armadas. Contó que le tiró una granada, pero no explotó, y que los militares hicieron 14 disparos y le dieron tres tiros antes de capturarlo.

Según su testimonio, Amodio ya estaba recluido en el Batallón Florida y salía vestido de militar a marcar excompañeros, como parte de un acuerdo para no ser torturado y no estar preso en las mismas condiciones que el resto de los cabecillas de la organización.

MARCADOR. Este lunes, tres extupamaros también reconocieron la tarea de Amodio como “marcador” de integrantes de la organización en operativos callejeros. Se trata de Carlos Martell, Julio Listre y Pascual Quartiani.

La causa fue presentada ante los estrados judiciales en 2011 y en la misma están imputados los militares Arsenio Lucero y Orosmán Pereira. Las abogadas de ambos son Rossana Gavazzo y Estela Arab, hijas de militares presos en Domingo Arena por casos de violación a los derechos humanos.

Tanto Lucero como Pereira destacaron ante la jueza Staricco que Amodio estaba recluido en “condiciones especiales” y reconocieron que fue un colaborador importantes y en carácter de tal marcó a muchas de las mujeres que luego fueron abusadas y que integran la causa judicial.

En 2014, Lucero fue el primer militar de la dictadura que admitió haber apremiado físicamente a sus detenidos. En ese sentido Amodio y ellos intercambiaron versiones en el careo. Según La Diaria aunque no se veían desde hace 40 años se tutearon como si alguna vez hubieran tenido una relación cercana, más allá de las diferencias de criterio.

Amodio dijo Lucero que fue el artífice de su salida del país bajo su nueva identidad: Walter Salvador Correa Barboza, el nombre con el que figura su pasaporte español. Sin embargo, Lucero señaló que su función era encargarse de la comida, la ropa y las necesidades personales de Amodio durante su reclusión.

También dijo que quienes lo sacaron del país fueron los jerarcas militares Luis Vicente Queirolo y Esteban Cristi, quienes facilitaron la documentación y el auto en el que fue llevado a la frontera junto a su pareja de entonces, Alicia Rey Morales “la Negra. Quien se encargó personalmente de la gestión fue el mayor (r) Armando Méndez, hoy residente en Miami.

Estando recluido en el batallón -situado en la zona del Buceo- Amodio intentó escribir por primera vez su versión de los hechos, en la que señalaba que no era el único colaborador de las Fuerzas Armadas y que Wilson Ferreira y Seregni conspiraban para dar un golpe de Estado “bueno” para llamar a elecciones en 1976. Para tal fin llamó al periodista Federico Fasano Mertens, a quien conoció del diario El Bien Público. pero la gestión no concluyó bien.

Fasano se llevó los apuntes pero finalmente no acordó con él y decidió denunciar a Amodio ante el Parlamento.

Amodio era obrero gráfico entonces y Fasano, un joven periodista que cubría sindicales. Ambos formaban parte del Comité de Empresa del diario. Diez años después, Amodio era uno de los guerrilleros más connotados del MLN y Fasano un empresario de medios de comunicación.

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