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CAUSA ABIERTA

Lapidario informe de la Institución de DDHH sobre centro del Sirpa

Lapidario informe de la Institución de DDHH sobre centro del Sirpa

La Institución Nacional de Derechos Humanos presentó un informe sobre las condiciones de reclusión de los adolescentes infractores en el Centro de Privación de Libertad (Ceprili), perteneciente al Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa).

En ese centro fue que se grabó el video de la cámara de seguridad donde se ve a funcionarios agredir a un grupo de jóvenes internados.

La inspección que deriva en este informe se produjo el 25 de julio, al día siguiente del intento de fuga de seis internos y del video que la semana pasada publicó Subrayado y otros medios de prensa.

“Los intentos de fugas y agresiones entre adolescentes, que han sido reiterados, especialmente en los últimos 15 días, son favorecidos por las condiciones edilicias y falta de personal en trato directo. Como consecuencia, constantemente hay jóvenes sancionados”, dice el informe de la Institución de DDHH.

“A su vez, según confirmaron los jóvenes, las sanciones generalmente son colectivas. Se sanciona a todo el módulo por los disturbios ocasionados por algunos y desconocen la duración de la sanción. Asimismo, los adolescentes no reciben a su ingreso el reglamento de convivencia y disciplina, siendo solo informados verbalmente”, agrega el documento al que tuvo acceso Subrayado.

“Cabe destacar que los jóvenes manifestaron que durante los episodios de fugas, al ser recapturados, siempre sufrirían lesiones causadas por el personal interviniente. De hecho en la última oportunidad, a uno de ellos le habrían roto los dientes incisivos centrales superiores (paletas) de una patada, otros describieron cómo eran reducidos colocándoles medidas de sujeción en muñecas y tobillos y después les golpeaban. También dieron cuenta que a pesar de ser derivados a médico forense por orden judicial para ser examinados, el mismo habría hecho caso omiso y en algunas oportunidades ni siquiera habían sido escuchados por el juez competente”, señala el informe.

“Por otro lado también se pudo obtener información acerca de que se estarían realizando requisas todos los días o día por medio en las celdas. Fue reiterada la denuncia de los jóvenes, de que en dichos procedimientos se les quitarían efectos personales no prohibidos por parte de los funcionarios que las realizaban”, indica el documento.

¿REHABILITACIÓN? “Conforme a lo expresado por el equipo de dirección y los docentes presentes, en particular por la maestra de áreas pedagógicas, todos los jóvenes estarían asistiendo, algunos a primaria y los que tienen que cursan secundaria a clases de apoyo para refrescar conocimientos, dado que los docentes de secundaria no están concurriendo dado los incidentes ya narrados”, dice el informe.

“De los jóvenes consultados sin embargo, ninguno acreditó lo mismo. Expresaron que desde hacía un par de semanas ya no tenían más clases de secundaria, lo cual coincide con la fecha que se manejó por dirección en que los docentes comunicaron la decisión de suspender las clases hasta que haya medidas de seguridad suficientes y que no concurrieron a ninguna otra actividad educativa”, se agrega.

“Por otro lado si bien desde el equipo de responsables se advirtió acerca de la existencia de cursos de ajedrez, macramé y manualidades, los jóvenes consultados no dieron cuenta de ninguna actividad de estas características. Si bien al momento de la visita no se estaban dictando clases de primaria, la maestra responsable acredita haber continuado normalmente con las actividades”, dice el informe de DDHH.

“Algunos días tendrían permitida la salida a la cancha, donde, a cargo del profesor de educación física practicarían actividades deportivas. Asimismo, en esta instancia pueden concurrir al gimnasio”, añade el texto.

COMIDA. “Entre las 8:00 y las 9:00 estaría pronto el desayuno y almorzarían entre las 12:00 y las 13:00 horas, la merienda se reparte a las 17:00 y la cena aproximadamente a las 19:00, el personal de cocina dio los horarios que fueron ratificados por los adolescentes”, dice el informe.

“Se pudo constatar que ese día (25 de julio) los jóvenes habían almorzado hamburguesas y arroz frito, y se estaba preparando un guiso para noche que contenía carne, chorizo y panceta además de verduras, papa y zapallo. Esta cena se reiteraría todas las noches, confirmaron los jóvenes y el personal de cocina. A su vez, de las conversaciones con los adolescentes se pudo advertir que el desayuno consistiría en un vaso de leche con pan con dulce”.

CONCLUSIÓN. “En general, las constataciones realizadas en esta y anteriores visitas, indican que este centro no se orienta a la reintegración social de los adolescentes ni brinda la adecuada seguridad al personal encargado de su funcionamiento. Es importante resaltar que todos los niveles de la seguridad operacional se encuentran afectados, en este aspecto es importante resaltar que: la seguridad funcional se encuentra afectada por el inadecuado diseño del centro y la mala distribución de sus espacios”, dice el informe.

“Esta seguridad está plenamente comprometida al encontrarse edificado en el centro de la ciudad, en un área densamente poblada con edificaciones en altura lindantes y carecer de retiros suficientes para establecer perímetros de restricción. Tampoco los espacios de circulación interna ni las distancias entre los perimetrales son los adecuados. La seguridad estructural es deficiente, constatándose la mala calidad de los materiales utilizados para la construcción, que en muchos casos fueron destrozados por la fuerza individual de un adolescente poniendo en tela de juicio el nivel de seguridad asignado al centro”, agrega.

Además, “la seguridad instrumental se ve afectada por el uso de mecanismos secundarios de mala calidad como cerraduras, cierres electrónicos, artefactos de iluminación, cañerías exteriores y bandejas de distribución eléctrica en lugares de circulación y la instalación eléctrica precaria realizada posteriormente. Por último la seguridad sistémica se encuentra afectada por las deficiencias en los procesos de ingreso de la visita, la falta de personal, la deficiente distribución interna para los movimientos y la circulación de personas ajenas al centro”.

EN RESUMEN. “Todos los factores analizados, dan cuenta de las deficiencias del centro, que en todos los casos repercuten negativamente en los adolescentes y en el personal”, sentencia la Institución Nacional de Derechos Humanos.

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