Tiroteo y bomba de Oslo fue simulado por el guardia de seguridad
El tiroteo y la colocación de lo que resultó ser una falsa bomba, ayer, en el campus de la Universidad de Oslo, fue simulado por el guardia de seguridad presunta víctima del ataque, informaron hoy fuentes policiales.
El propio guardia, que recibió cinco disparos, confesó en un interrogatorio policial haber "escenificado" el tiroteo, así como la colocación de un objeto con apariencia de artefacto explosivo hallado ante la Facultad de Físicas.
El presunto tiroteo y amenaza de bomba activó las alertas de la policía, que desplegó un gran operativo en la zona para explosionar lo que aparentemente podía ser una bomba, mientras que el guarda fue ingresado en un hospital para ser atendido de sus heridas.
En sus primeras declaraciones, el vigilante, de una empresa privada, afirmó haber visto a dos sospechosos en el recinto y que, al tratar de perseguirlos, uno de ellos le disparó.
El vigilante describió a su supuesto agresor como un hombre de raza blanca y 1,75 metros de alto, que llevaba una gorra roja y hablaba inglés.
La presunta víctima sufrió heridas en la frente, el brazo y el pecho, aunque resultaron de carácter leve ya que llevaba chaleco antibalas.
Al tiroteo de madrugada siguió, a la mañana siguiente, la evacuación y acordonamiento de parte del campus de la Universidad al ser hallado el objeto sospechoso.
La alarma no se levantó hasta horas después, cuando los equipos de artificieros establecieron que el objeto no contenía explosivos y que había sido claramente diseñado con el propósito deliberado de "causar miedo".
Según informó hoy la policía, ya en el hospital, en un interrogatorio posterior, el guarda confesó que todo había sido un simulacro y que se había disparado a sí mismo, por lo que se han abierto diligencias contra él por perjurio.
Según la televisión noruega TV 2, el guarda había afirmado anteriormente haber sido víctima de sucesivos ataques, en 2013 y 2014, en ambos casos mientras patrullaba por la Universidad.
Fuentes de la empresa de seguridad en la que trabaja atribuyeron lo ocurrido a problemas personales o transtornos de personalidad.
Ya ayer, unas horas después del incidente, los servicios secretos noruegos descartaron un posible trasfondo extremista o terrorista.
EFE
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