"Líder" de secuestradores de Milvana enloquece a la justicia con sus declaraciones

La jueza Dolores Sánchez y la fiscal María de los Ángeles Camiño interrogaron este miércoles de tarde a Pedro Leone, uno de los cabecillas de la banda de delincuentes que secuestró a la médica Milvana Salomone, y que hasta el martes se mantenía prófugo.

Además de Leone, otros dos sospechosos fueron detenidos en las últimas horas y conducidos ante la magistrada que lleva el caso. La indagatoria a los tres detenidos continuará este jueves, informó el vocero de la Suprema Corte de Justicia, Raúl Oxandabarat.

Este miércoles solamente interrogaron a Pedro Leone, y allí surgieron contradicciones con la versión del otro cabecilla, Gustavo Lepere. Ambos se acusan de ser los ideólogos del secuestro.

Por ello este jueves harán un careo entre ambos. Los pondrán frente a frente para ver qué dicen y cómo reacciona cada uno.

Además de la participacion de Lepere y Leone, la Policía cree que al menos uno de los dos nuevos detenidos está totalmente comprometido con el secuestro de Milvana, liberada el 16 de junio tras casi un mes de cautiverio. Este jueves les tomarán declaración. Uno de ellos es pariente de uno de los ya procesados por el caso.

Fuentes de la investigación sostienen que a Leone lo tenían vigilado hace varios días, y que viéndose rodeado se entregó el martes de tarde en la puerta del bar Arocena, en Carrasco.

Dentro del bar había tomado un café y pidió para usar el teléfono del local. Llamó a su hermana y según testigos se le escuchó pedir “perdón” varias veces, para terminar la conversación llorando.

Luego salió a la vereda y a los pocos minutos llegó un auto particular del que bajaron policías de civil y lo detienen.

Leone y Gustavo Lepere, detenido el mismo día que liberaron a Milvana en Progreso (Canelones), eran los líderes de la banda.

Dolores Sánchez ya proceso a cinco de los 12 detenidos en primera instancia.

Las teorías sobre el Caso Salomone siguen saliendo a luz. La propia víctima opinó que fue objeto del secuestro porque salió mal otro delito que tenían planeado los captores esa misma tarde en la zona de Parque Batlle.

El director general de Policía, Julio Guarteche, admitió que por lo que saben las autoridades -y no pueden decir públicamente- la dilucidación del hecho podría ser “aún más sorprendente”.

La República abona estas hipótesis informando este miércoles que, de acuerdo a sus fuentes policiales, el grupo de secuestradores tenía en la mira a otra persona de mayor poder adquisitivo que la familia Salomone.

El dato se complementó con otro elemento: se trataría de “un hombre vinculado a la política”. El domingo 17 de mayo por la tarde, los delincuentes “campaneaban” la casa de la víctima planeada, pero la presencia de patrulleros en la zona disuadieron a la banda.

Según esta teoría, así fue que tomaron de rehén a Salomone, que casualmente llegaba a su casa en ese momento. Esto apoya la historia de la médica, quien señaló ante la jueza Dolores Sánchez que todo pareció “improvisado” y que los secuestradores ni siquiera conocían su nombre. Le decían “Salome”, según declaró.

Fuentes del caso dijeron a Subrayado que la Policía sigue ahora esta hipótesis e intenta determinar quién era esa supuesta víctima original del secuestro.

Algunos de los detenidos inicialmente por el caso determinaron cuál fue el papel de Pedro Leone, con antecedentes penales en Italia por homicidio e intento de homicidio.

Según uno de los imputados Leone era "el chef" que le hacía la comida a Milvana. La médica admitió que la comida que recibía era la prueba de que "no estaba entre pichis".

Leone fue también quien se comunicó con el esposo de Salomone para anunciarle la llegada de las cartas pidiendo rescate.

Acordó el monto de 300.000 dólares y el lugar donde la familia debía dejar el dinero: en el Molino de Pérez. En la mañana que entregaron a la víctima huyó y según la Policía le robó 50.000 dólares a su socio Lepere.

Después de estar preso en España y en Italia, en 2013 volvió a Uruguay y vivió con su hermana y su cuñado en una casa de Punta Gorda, quienes habían regresado al país luego de estar presos en Europa por tráfico de estupefacientes.

La Policía los detuvo, pero liberó a la hermana y al cuñado lo procesaron por encubrimiento. Ellos ayudaban económicamente a Leone.

Durante días los investigadores esperaron por Leone. El objetivo de la Policía fue obtener información de las personas con las que se contactaba el delincuente, para intentar atrapar a otras personas posiblemente vinculadas con el secuestro, o con otra banda de delincuentes.

Días atrás el Jefe de Policía de Montevideo, Mario Layera, dijo que lo más probable era que Leone hubiera dejado Uruguay y se encontrara en algún país vecino.