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CAUSA ABIERTA

Dejate de joder Peirano

Dejate de joder Peirano

Por Carlos Lemos

Ayy Peirano, vos también me tenés asqueado. Este domingo te vestiste de periodista y bajo el título de “A todos nos afecta” te mandás un artículo de opinión en defensa de la libertad de prensa. A mí no me afecta para nada. Todo lo que tu digas está viciado de nulidad por la sencilla razón de que tu diario El Observador es un medio esencialmente económico y así lo has manejado siempre para hacer negocios. 

Ricardo, el problema radica fundamentalmente en que a la SIP ya nadie la toma en cuenta y te quedan pocos espacios para defender tus necesidades. Para algún despistado la SIP en la organización integrada por los dueños de los diarios de derecha del continente.

Decís: “Las molestias de los gobernantes con la prensa en general, con los fotógrafos que andan por ahí sacando fotos y con la excesiva puntillosidad con que se informa de un tema no son de hoy ni tampoco exclusivas de nuestro país. Ya hace muchos siglos, matar a los mensajeros que traían malas noticias era práctica frecuente de monarcas autoritarios. Las molestias contra los mensajeros modernos (la prensa y la libertad de expresión) pero se canalizan de modos distintos y muchas veces más sutiles siempre con el objetivo de domesticar a los informadores a gusto del poder político o económico o social de turno.”

Y yo me pregunto y vos que sabés de todo esto, salvo meterte en Mister Google y recortar un párrafo. Si nunca fuiste periodista ni te metieron una pistola en la cabeza.

Tu artículo sigue: “Se olvida con demasiada frecuencia que la libertad de expresión, tanto a nivel individual como a nivel general, es la piedra angular sobre la que se asientan las demás libertades políticas y económicas. Sin posibilidad de expresarse pública y libremente no hay posibilidad de votar libremente, ni de convocar a votar ni de explicitar las razones por las cuales votar a X o a Y. Por eso, la primera libertad que cercenan las dictaduras es la libertad de expresión y, dentro de ella, la libertad de prensa. Y por eso mismo van tras ella gobiernos autoritarios y poderes fácticos. Costó siglos afianzar esta libertad, también fundamental para que los seres humanos se comuniquen entre sí (en la familia, en la escuela, en el trabajo, con el vecino, con el amigo, con el enemigo, con el adversario). El hombre es sociable por naturaleza y la sociabilidad implica la libertad de comunicarse sin temor a ser detenido, callado, apartado y marginado. Ese fue el gran avance dela civilización occidental y su consagración en las constituciones y declaraciones de derechos humanos”.

Más incoherencias Ricardo, la verdadera libertad de expresión empezó a cobrar forma gracias a un inventito: Internet. Ahora sí, cuando EEUU resuelva cortar el cable, estamos todos bien embromados.

Y te preguntás: “¿Cuál es el problema que nos aqueja ahora, si ya todo está legislado? El problema radica en (disculpá, yo lo agregaría un que, que me parece que falta) antes era muy fácil percibir cuando se afectaba la libertad de expresión y la de prensa. Se mataba al mensajero, se encarcelaba al periodista, se establecía la censura previa o salían los tanques a las calles e iban a las emisoras de TV, de radio y a las redacciones de los periódicos. Todos sabían lo que pasaba: la libertad de expresión, de hablar, de reunirse públicamente, de manifestarse, de convocar a una protesta estaba prohibido y claramente prohibido. Nadie podía llamarse a engaño”.

Pero cómo, Ricardo, yo no me acuerdo cuando saliste a pararte frente a los tanques en la última y más devastadora dictadura de Uruguay. ¿Dónde estabas? ¿Por qué te preocupás tanto ahora?

Pero, como hoy domingo estabas aburrido en tu mansión seguiste escribiendo: “En los tiempos que corren, y desde que gobiernos democráticos ejercen el poder autocráticamente, comienza a ejercerse en América Latina una censura distinta pero igualmente peligrosa que en la época de las dictaduras militares. Es una censura más sutil por parte de gobiernos elegidos democráticamente pero que de ejercicio democrático tienen poco y nada. Ganan elecciones con más del 50% pero no respetan a las minorías, y ponen todos los recursos del estado en materia comunicacional a su favor. Y producen un argumento muy peligroso: dicen que hacen eso para combatir a empresas de medios poderosas que manipulan la opinión pública, empresas que constituyen “dictaduras mediáticas” a las que hay que combatir como sea, por la ley o por la fuerza. Y por tanto, el ataque a la libertad de expresión no viene de frente, no se pude visualizar igual que un comando de soldados entrando en una estación de TV”.

Mirá vos, Ricardo, a mí no me viene a buscar nadie ni nadie del gobierno me dice lo que tengo que decir y mirá que con esta Administración también soy muy crítico cuando es necesario. Estás inventando con supina crueldad, porque tu desesperación en grande. Daría la impresión que los monopolios de prensa en América Latina tienden a caer y es lógico que estés aterrado. Pero, para tu información, en EEUU, país que tanto amás y al que viajás con frecuencia, los monopolios informativos estan prohibidos. O acaso no lo sabés, Ricardito.

Como no podés dominar tu pluma derecha vas directamente al grano: “Procuran desacreditar a la prensa libre. La ponen como enemigo. La sitúan en el mismo nivel que un partido de oposición y le pegan con igual frialdad que si fuera un adversario político. Desconocen las sentencias judiciales o manipulan a los jueces para que fallen a su favor como han hecho Chávez, Correa, CFK, Evo Morales. No reparan en que ellos mismos han ganado elecciones con la prensa supuestamente en contra. El problema de estos gobiernos personalistas y autoritarios es que verían frustrado su afán de ser reelectos indefinidamente si rige una libertad de expresión sin limitaciones”.

En eso estoy un poquito de acuerdo contigo. El problema es que la izquierda juega muy mal el partido al imitar lo que tú y los otros dueños de poderosos medios de prensa hicieron antes. Tenés razón, un verdadero error de cálculo.

Y rematás tu mañana calenturienta: “Hoy en la mayoría de los países no hay tanques en las calles, ni soldados controlando las rotativas, pero la libertad de prensa y de expresión sigue siendo erosionada permanentemente. Si queremos vivir en una sociedad libre, nadie puede decir “no es mi problema”. Es problema de todos. La libertad de expresión a todos nos incumbe. Si nos las arrebatan por descuidarla, después no nos quejemos. Tendremos por todos lados “Ministerios de la Verdad Unica, de la Verdad Oficial”. Sería muy triste que las libertades arrebatadas por gobiernos militares se hayan recuperado con esfuerzo solo para perderlas con gobiernos elegidos democráticamente pero que actúan en forma autocrática”.

¿Dijiste autocrática? Pero mirá que estás loco Ricardo, además te reitero que mientras Internet siga existiendo la libertad de expresión está super asegurada. No te preocupes tanto por los periodistas que siempre metimos coraje, mejor meté cabeza en tus negocios y no nos quieras defender más. Por favooorrrr.

 

Artículo publicado el 21 de octubre de 2012 en la web de Causa Abierta

 

  1. elotropepe Octubre 21, 2012 at 2:05 pm Editar - Reply

    No lo tomes por pelotudo es flor de “vivo”, muy buena columna…..

  2. Alexandro Ciudadano Octubre 22, 2012 at 1:11 am Editar - Reply

    Cualquier disparate, no saben nada y notienen ningun argumento razonable contra el excelente articulo de El Observador. Puro chamullo lo de ustedes. Que la libertad de prensa empezo con internet??? Sin comentarios el pesimo nivel de lsoargumentos.

  3. Elvira Octubre 22, 2012 at 10:37 am Editar - Reply

    Te saltó el Opus, Alexandro, la nota es impecable. Internet barrió con el sucio papel de la derecha y todo el mundo lo sabe.

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