“El País” ayuda al terrorista Ernesto Talvi en su tarea de destruir a Uruguay

Por Carlos Lemos

El supernumerario del Opus Deis, autoproclamado economista y llamado Ernesto Talvi, es sin lugar a duda el enemigo público número uno de Uruguay. Todas sus predicciones financieras siempre han sido erradas, pero no porque sea un hombre ignorante, para nada. Es simplemente un sujeto maldito.

El pasado martes Talvi volvió a convocar a sus amigos de siempre y expuso muy suelto de cuerpo que el gobierno entregó la política salarial y el control del gasto a las cúpulas salariales y a sus aliados políticos y además advirtió sobre la pérdida de competitividad y del peligro de que se tomen medidas “heterodoxas” para controlar al inflación.

Era de cajón que el gobierno saliera a hacerle frente a esa suerte de bitch de los bancarios, financieras, empresarios corruptos y maestros de los fondos buitres.

El encargado de hacerlo fue un economista en serio, Andrés Masoller, jefe de la Asesoría Macroeconómica del Ministerio de Economía

Con altura Masoller revolcó por el piso a Talvi: Es un lástima que con esta clase de declaraciones se intente destruir en unos pocos segundos lo que con tanto esfuerzo el gobierno, y la sociedad en su conjunto, logramos construir en los últimos años, dijo.

Y abundó: Son declaraciones lamentables, que tienen un sesgo más político que económico. No afectan tanto al gobierno como a la imagen el país como un todo. Los uruguayos hemos realizado muchos esfuerzos para lograr que se nos vea como país serio y responsable, que sigue políticas macroeconómicas prudentes, y esa es la visión que, correctamente, se tiene desde el exterior.

Masoller reiteró que la economía está creciendo a un ritmo anualizado de 4% del PIB, lo que es muy destacable teniendo en cuenta el contexto internacional complicado y el escaso crecimiento que estamos observando en los dos países vecino de la región.

Y entonces que hizo Talvi para seguir con su obra destructiva. Quedaba muy evidente que saliera a hacer declaraciones públicas en su propia casa, es decir el diario “El Observador”, por eso corrió unas cuadras hasta el diario “El País”, un refugio seguro para la alimaña.

Allí le abrieron las puertas de par en par. Talvi, además de malo carece de imaginación porque le copió el discurso al ya destruido Grupo Clarín:

La reacción del gobierno por sus críticas a la gestión responden a tics autoritarios que apuntan a “censurar” a los que no comparten las verdades oficiales, dijo.

En la entrevista publicada por El País, Talvi se defendió así:

No debe sorprenderle a nadie a esta altura que las respuestas no apunten al fondo de la cuestión sino al agravio personal. El que tenga la audacia de señalarle inconsistencias, errores, u omisiones a la política económica de este gobierno o tiene una intencionalidad política o, peor aún, es un antipatriota que busca dañar la imagen del país.

Para nada Talvi, nadie del gobierno lo ha agraviado. El que lo hace sin que le tiemble el pulso es “Causa Abierta” que lo conoce muy bien.

En la nota Talvi se confiesa “sorprendido”por la arrogancia de atribuirle al esfuerzo de los gobiernos del Frente Amplio la imagen del Uruguay como un país serio y responsable.

En la publicación de este domingo, Ernesto Talvi hizo un balance de la gestión del gobierno a través de una serie de preguntas que él mismo se formuló: “Si los vientos externos no fueran tan favorables, ¿hemos generado capacidad de vuelo propio? ¿Son nuestros trabajadores más productivos porque tienen una mejor educación? No. ¿Tenemos una infraestructura mejor para abaratar los costos del transporte? No. ¿Tenemos mejor seguridad, que es uno de los aspectos que toman en cuenta los inversores? Tampoco. Entonces, cuando pasemos raya, y nos preguntemos qué hicimos con esta bonanza y veamos el carné de notas, vamos a encontrar que la gestión ha sido de mediocre para abajo. No aprobado”.

Gracias Talvi por ese diagnóstico. Conociendo de sobra sus antecedentes sobre proyecciones económicas, el resultado será, sin duda, al revés. No podrá ser de otra manera. Su No aprobado será un Sobresaliente.