La columnista de The Wall Street Journal al servicio de la derecha y los poderosos ataca al gobierno argentino y defiende a "Clarín" y "La Nación"
Mary Anastasia O’Grady es editorialista de The Wall Street Journal y editora de la columna "Americas" que se publica todos los viernes en el Wall Street Journal y se refiere a temas de política, economía y negocios en América Latina y Canadá. Es graduada del Assumption College y MBA de Pace University. En 1997, O’Grady fue premiada por la Sociedad Interamericana de Prensa por sus editoriales y en 1999 recibió una mención de honor en la categoría de premios de opinión, también de la SIP. Como todo periodista (casado/a) con los dueños de los medios de prensa (léase SIP), la señora Mary es una experta en hacerle mandados a la prensa de derecha. Es ni más ni menos que la versión femenina de otro especimen argentino llamado Andrés Oppenheimer. Basta echar un vistazo en los artículos de Mary y se verá con meridiana claridad que piensa y escribe lo mismo que Andrés. Sobre éste último ya dijo hace años el diario francés Le Monde: es un hombre al servicio de la derecha y defiende los intereses de EEUU. Mary es igual. Y esto viene a cuento por la publicación que la señora hizo hoy en The Wall Street Journal atacando al gobierno argentino y defendiendo a los diarios Clarín y La Nación para que no pierdan el monopolio mal habido del papel prensa. Veamos que ha dicho Mary, según la óptica de las agencias internacionales de prensa: "El diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ) publica hoy una dura columna de opinión en la que critica la decisión del Gobierno argentino de llevar ante la Justicia la compra de Papel Prensa y alerta sobre el peligro de que ese país vuelva a tener un régimen autoritario. "Durante casi una década los leales a la República Argentina han advertido que el país va camino de regresar al Gobierno autoritario", asegura la citada columna del periódico neoyorquino, firmada por Mary Anastasia O’Grady e incluida en la sección de opinión. El texto afirma que la semana pasada la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, reforzó la opinión de sus críticos al tomar medidas para "despojar a los dos diarios más grandes del país de sus participaciones en el mayor proveedor local de papel para medios impresos". El 26 de agosto la Justicia argentina inició la tramitación de la denuncia presentada por el Gobierno de Cristina Fernández en la que se acusa a los diarios Clarín y La Nación de haber comprado la mayoría accionarial de Papel Prensa de forma ilegal y al amparo de la dictadura militar (1976-1983), algo que rechazan las empresas implicadas y políticos opositores.
La columna del diario neoyorquino, una de la principales referencias de la prensa internacional en el ámbito económico, sostiene que la denuncia hizo despertar "los temores de millones de argentinos", que "advirtieron que ese tipo de medidas buscan silenciar a los detractores del Gobierno y, si no se combaten, abrirán el camino a una nueva era de represión".
"En cualquier caso, aún es demasiado pronto para sentenciar la muerte de la libertad argentina", dice la columnista del diario, para quien "los argentinos aún entienden que tienen derechos", aunque "sería un error subestimar la ambición de la presidenta Kirchner o la de su marido, el ex presidente Néstor Kirchner".
"Desde hace tiempo, las críticas de la prensa se han encontrado con respuestas vengativas por parte del Gobierno", añade O’Grady, que cita en concreto la ley que dio al Gobierno el poder de negar licencias a canales de televisión tradicionales.
Además, "en las últimas semanas el Gobierno también revocó la licencia de Clarín para operar como proveedor de Internet", sin embargo, "los medios impresos, en particular Clarín y La Nación, siguen siendo una amenaza para Kirchner, lo que explica que la presidenta vaya ahora a por Papel Prensa".
"A la presidenta le gusta hablar de transgresiones por parte del Gobierno militar para erigirse en defensora de los derechos humanos. Sin embargo, aunque encarceló a muchos miembros de las Fuerzas Armadas, no ha llevado a un solo Montonero ante la Justicia. Al contrario, varios de los ex terroristas han ocupado puestos en su gabinete", asegura la columna.
Kirchner "ahora usa el mismo juego para intentar acabar con la libertad de prensa", asegura O’Grady, quien, aún así, considera que "la prensa (argentina) no se va a dar por vencida sin pelear".
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