Una sonda llega cerca del refugio de los 33 mineros chilenos atrapados desde hace 17 días

Una nueva sonda alcanzó este domingo a 688 metros de profundidad las cercanías del refugio donde se encontrarían 33 mineros atrapados desde hace 17 días en un yacimiento de oro y cobre y la percepción de ruidos hizo alentar las posibilidad de encontrarlos con vida, aunque hubo cautela en las autoridades.
"A las seis de la mañana una sonda de aire reverso rompió una cavidad, que es un túnel que está conectado con el refugio a una distancia de unos 20 metros. Esa situación nos hace tener un moderado optimismo", anunció a la prensa el ministro de Minería, Laurence Golborne.
"Lógicamente hay un grado de felicidad por el logro técnico de lograr contacto con un punto donde es posible establecer contacto, pero no hay nada comprobado", aclaró.
Golborne también fue cauteloso por la revelación de algunos trabajadores que trabajan en las perforaciones de que oyeron golpes contra la sonda, que podrían provenir de los mineros atrapados por un derrumbe en el yacimiento ocurrido el 5 de agosto.
Dijo que los ruidos podrían ser de golpes de piedras o de los propios movimientos de las tuberías de la sonda. "Por lo tanto, hay que mantener la calma y la mesura", afirmó.
Pero el experto Miguel Fortt, quien también participa en las perforaciones, reconoció en declaraciones a la televisión que efectivamente los ruidos podrían provenir de martillazos de los mineros sepultados.
El jefe del equipo de técnicos que laboran en la perforación, André Sougarret, informó a su vez que tras el contacto de la sonda con el pozo o túnel se está midiendo el lugar y haciendo mediciones para determinar topográficamente donde se encuentra la perforación.
Sougarret precisó que en todo caso de hacer contacto con mineros sobrevivientes, el rescate propiamente tal tomaría unos 120 días. Para ello una moderna máquina que llegó al país se está montando en un yacimiento estatal de cobre para posteriormente ser trasladada a la mina San José, situada cerca de la ciudad de Copiapó, a unos 850 kilómetros al norte de esta capital.
Esa máquina efectúa una perforación de 66 centímetros de diámetro por el cual podrían ser rescatados los trabajadores. Mientras tanto las sondas harían llegar oxigeno, agua, alimentos, y luz, además de una cámara de video y audio para mantener el contacto visual con los mineros.
Además de la sonda que alcanzó el posible lugar de refugio de los mineros, hay otras seis perforaciones que se dirigen al mismo punto. Una de esas sondas se encuentra ya a 644 metros de profundidad.
La sonda que penetró este domingo hasta el fondo del yacimiento es la segunda que llega al nivel donde se encontraría el refugio. A comienzos de semana otra sonda superó los 750 metros de profundidad no logró dar con el refugio por una desviación o una información errónea de los planos del mineral entregados por los propietarios, que han sido fuertemente criticados incluso por las autoridades por las malas condiciones de la mina. El 2007 el mineral fue clausurado, pero el año siguiente reabierto.